Hay varias estrellas del mundo del entretenimiento que tuvieron una historia dura, como la mujer que sufrió bullying y hoy es una de las mejores cantantes del momento. Aunque en su presente sean personas exitosas, estas heridas de la infancia pueden marcarte para siempre, esto le ocurrió a un reconocido actor que fue abandonado por su madre.
¿Quién es el actor que fue abandonado por su madre?
Se trata de Hugh Jackman, quien vivió un duro momento cuando a 8 años, fue abandonado por su mamá. Sin embargo, años después, cuando se convirtió en un actor de renombre, su progenitora contactó con su familia y él logró perdonarla.
Todo ocurrió un día común y corriente, cuando el le dijo adiós a su madre y se marchó al colegio. Al volver, ella no estaba. Dos días después se despedía del pequeño Hugh por medio de un telegrama. El actor aún llora en las entrevistas al recordar el abandono.
Grace McNeil dejó a cinco hijos y a su marido, Christopher Jackman, en Sidney y esto le causó un gran dolor a toda la familia. "En ese momento, fue difícil. Una de las principales cosas que recuerdo es esa sensación horrible de que la gente hablara de ti y te mirara porque era raro que la madre se fuera", explicó.
"Durante muchos años, pensé que no iba a ser para siempre, así que me aferré a eso. Hasta los 12 o 13 años pensé que mi madre y mi padre volverían a estar juntos. Finalmente, acabé por darme cuenta de que no iba a suceder y fue, quizás, mi momento más difícil, para ser honesto".
El actor tuvo que entender, con el tiempo, que su madre también tuvo una vida complicada, ya que sufrió depresión posparto después de que él naciera. Además, se encontraba fuera de su país de origen, Reino Unido, al haber emigrado a Australia.
"No contaba con una red de apoyo", dijo Jackman. "Más el hecho de que mi padre estaba en el trabajo todo el día, y te das cuenta de que como padres cometemos errores", justificó.
Actualmente, la estrella del cine lleva una relación cordial con su mamá. Si bien aún llora en algunas entrevistas al recordar este triste momento, aseguró que "ya lo superó" y que se encuentra mucho mejor.
¿Cómo afecta en la vida adulta el abandono en la infancia?
Hay varias infancias que deben sanar de alguna forma y seguramente han influido de alguna manera u otra en quiénes nos convertimos. La herida de abandono es una de las más frecuentes. Esto puede ocurrir por el fallecimiento de alguno de los tutores, la ausencia física por el trabajo o responsabilidades, o cuando hay un divorcio y un padre se va del hogar.
Esto nos lleva a sentirnos inseguros en nuestras relaciones tanto familiares, amistosas o románticas, y genera cambios en cómo las percibimos. Los adultos que sufrieron esto de niños logra que se mantengan más alertas y vigilantes a la posibilidad del abandono de las personas a nuestro alrededor y a realizar conductas para que no se vuelva a dar.
Las heridas por abandono nos pueden llevar a desarrollar tendencias difíciles de mantener de adultos, como tener una necesidad de aceptación por parte de las demás personas. También, este tipo de personas suelen relacionarse con otros a quienes hay que cuidar porque se encuentran en un momento difícil de su vida, y ese rol de cuidadores les devuelve la comodidad.
Por otro lado, nos puede llevar a presentarnos como personas sumamente independientes, a manera de defensa, sobre todo si quien se marchó fue nuestra madre. Quizás se puede pensar que no existe el deseo de relacionarse de manera cercana con los demás, sin embargo, en un nivel más profundo, el querer vínculos fuertes es muy grande.
¿Cómo sanar una herida de abandono?
Sanar las heridas de infancia no se logra de un día para el otro. Conlleva conocernos, ver de dónde vienen los traumas y cómo se presentan. Una gran manera de sanarlas es acudir a terapia. Un psicólogo especializado en el tema te podrá brindar la ayuda necesaria para comenzar este proceso. Regálate este espacio para ti y comienza este proceso de transformación.
Hollywood tiene cientos de historias tristes que hablan del abandono. Un claro ejemplo es la estrella que perdió a sus hijos y vivió sus últimos días en un asilo.