La chica de Miller (Miller’s Girl), protagonizada por Jenna Ortega y Martin Freeman, se ha convertido en uno de los filmes más comentados en Prime Video, como ocurrió con su polémico inicio cuando se presentó en streaming.
Aún así, su final ha dejado a muchos espectadores reflexionando sobre las dinámicas de poder, manipulación y deseo.
¿Qué sucede al final de La chica de Miller?
La trama gira en torno a Cairo Sweet, una joven de 18 años interpretada por Ortega, que se embarca en un peligroso juego emocional con su profesor de literatura, Jonathan Miller (Freeman).
La relación entre Cairo y su profesor Jonathan cruza la línea desde los primeros encuentros. Lo que comienza como una admiración académica se convierte en una compleja dinámica de seducción y control.
Cairo, influenciada por su propio deseo de "experimentar" el mundo adulto, inicia un juego de manipulación con su profesor. Ella escribe una historia sobre un romance entre un maestro y su alumna, reflejando lo que está ocurriendo entre ellos, lo que confunde aún más las barreras entre su ficción y la realidad que viven.
El profesor, consciente de que la situación ha ido demasiado lejos, trata de detener a Cairo, pero su intento de retomar el control fracasa. Ella decide vengarse enviando su controvertido relato a la directora de la escuela, exponiendo a Miller ante la administración.
Este giro demuestra que Cairo no estaba dispuesta a aceptar el rechazo y que, más allá de la seducción, su objetivo era empoderarse y desafiar las convenciones establecidas.
¿Qué significa el final de la serie para Jonathan Miller?
Jonathan Miller, el profesor interpretado por Martin Freeman, termina siendo suspendido tras la investigación de la escuela. Aunque niega que haya ocurrido algo físico entre él y Cairo, la acusación y el relato de la joven hacen que su carrera se tambalee.
No obstante, este incidente también desencadena algo inesperado en Miller: su bloqueo creativo desaparece, y la experiencia con Cairo lo motiva a retomar la escritura.
Así, el final sugiere que, aunque su vida profesional y personal se desmoronan, encuentra una especie de renovación en su arte, usando a Cairo como musa, aunque a un costo emocional muy alto.
¿Qué pasa con el personaje de Jenna Ortega, Cairo?
El final de la película posiciona a Cairo como una figura empoderada. A diferencia de Jonathan, quien enfrenta las consecuencias de sus acciones, Cairo parece haber logrado lo que buscaba desde el principio: una experiencia que la hiciera sentir adulta y en control.
Su personaje no muestra arrepentimiento por las repercusiones, lo que deja claro que su verdadera motivación no era el romance con su profesor, sino el poder que pudo ejercer en una situación que normalmente estaría fuera de su alcance.
Cairo, interpretada brillantemente por Jenna Ortega, se aleja del estereotipo de la víctima o la joven confundida. Ella es consciente de sus acciones y de las consecuencias que pueden tener, pero eso no la detiene.
El desenlace sugiere que, para ella, esta experiencia es solo una parte más de su camino hacia la adultez, una etapa que está decidida a atravesar a su manera, sin importar a quién deje en el camino.
¿Cuál es el mensaje de La chica de Miller?
El final de La chica de Miller invita a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones de poder entre adultos y jóvenes, especialmente en el ámbito educativo.
Aunque Cairo inicia el juego, Jonathan, como adulto y profesor, cruza una línea ética que nunca debería haberse cruzado.
El filme nos muestra cómo ambos personajes manipulan la situación a su favor, pero mientras que Jonathan pierde su reputación y su trabajo, Cairo sale del enfrentamiento con una sensación de triunfo personal, siendo un mensaje que le acarrió varias críticas a la película.