La limpieza del armario es una actividad obligatoria en cualquier hogar. Si bien se trata de una actividad tediosa, debemos organizarnos con tiempo para desarrollar esta práctica que nos resolverá grandes problemas. Es que no hay mejor satisfacción que buscar algo en el clóset y encontrarlo instantáneamente o abrir sus puertas y respirar ese olor a fragancias florales maravillosas. Para que todo esto sea posible, te invitamos a leer los siguientes párrafos.
Entre las principales tareas del hogar, ordenar el clóset es de vital importancia, incluso tan esencial como limpiar el baño o la cocina. Esto nos permitirá mantener todas nuestras prendas impecables, sin el polvo que vuela por el ambiente, y lejos de polillas y demás plagas que dañan los tejidos.
A su vez, una vez que cambiamos de estación, también tendremos que hacer un cambio en la ropa, por lo que ordenar nuestro clóset y hacer la limpieza correspondiente cobrará sentido (más todavía cuando pasamos del verano al otoño). Para ello, el primer paso será elegir el día perfecto, ya que tendremos que reservarnos varias horas, dependiendo de la cantidad de prendas y el tamaño del mueble.
Luego, expertos aconsejan pasar el aspirador para quitar la suciedad del armario. A continuación tomaremos un paño húmedo y una pequeña cantidad de jabón neutro para limpiar las superficies. Y si quedan restos, repetiremos el proceso y después secaremos. Después, organizaremos la ropa por categoría y color (playeras, pantalones, vestidos, etc.) y apartaremos lo que vamos a guardar para la siguiente temporada. Las prendas que nos quedaremos debemos lavarlas y meterlas en bolsas al vacío.
Por otro lado, afín de colaborar con la limpieza, el orden y la armonía del hogar, será menester decidir que ropa no irá más en nuestro armario para que la donemos. De esta forma evitaremos acumular prendas que jamás usaremos o que incluso conservamos "por si acaso".