Andar en bicicleta es saludable y económico. En la actualidad, el planeta está atravesando una grave crisis ambiental y los especialistas del Programa Para el Medio Ambiente de Naciones Unidas no dejan de advertir que todos los ciudadanos deben colaborar para poder bajar los niveles de contaminación. Una forma que tiene un ciudadano común para participar de esta acción es usar medios de transportes ecológicos.
Transportarse en bicicleta es económico y no contamina el medio ambiente. Al circular por la calle en una de ella, hay que tener presente llevar el casco protector para la cabeza y evitar escuchar música porque hay que estar atentos al tránsito. Además, debe tener una pequeña luz delantera y trasera para circular por de noche.
Los médicos aseguran que este tipo de ejercicio es beneficioso para fortalecer el corazón y los pulmones porque reduce hasta un 50% el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Además, al consumir mayor oxígeno aumenta los niveles de energía. Con solo 20 minutos diarios se puede aumentar el nivel de resistencia.
Andar en bicicleta también permite disminuir los niveles de cortisol y así reducir los niveles de estrés y ansiedad. También mejora el rendimiento del cerebro, impulsando la creatividad y la habilidad para solucionar problemas, haciendo que crezca la densidad de la materia blanca del cerebro, que es la encargada de las conexiones que hace el cerebro para realizar sus funciones diarias.
Hay miles de personas que llevan un estilo de vida sedentario por la rutina laboral que no les deja tiempo para hacer deportes. El sedentarismo causa a muchas personas problemas para conciliar el sueño. De esta manera, para quienes sufren de insomnio un buen consejo es andar en bicicleta durante 30 minutos cada dos días. Si el trabajo es el problema, lo ideal sería ir en bici al menos dos veces a la semana. Y lo mejor es que se queman calorías.