La manteca de karité es uno de los ingredientes cruciales para el cuidado de la piel, con amplios beneficios para la salud. Es extraída de la nuez del árbol de karité africano y podemos encontrarlo a diario en formulaciones cosméticas. Aunque también dirá presente como buen remplazante de la manteca de cacao en la industria del chocolate.
Es esencial para el cuidado de la piel debido a sus propiedades emolientes e hidratantes. Incluso, diversas investigaciones determinaron que cuenta con facultades antienvejecimiento y antiinflamatorias. Entonces, este tipo de aceite vegetal cumplirá un rol clave para vernos más jóvenes, algo que muchas buscamos. Incluso, expertos afirman que es reconocido por sus efectos tanto en las enfermedades de la piel como en la restauración de la homeostasis cutánea. Son verdaderos antioxidantes, favoreciendo la cicatrización de heridas y reparando la barrera cutánea.
La calidad de la manteca de karité la posiciona como uno de los mejores ingredientes para elaborar cosméticos. Esto se debe, principalmente, a que es un excelente regenerador celular, con gran potencia y (lógicamente) natural. Entonces, el reconocido oro africano, será fundamental para tener una piel de porcelana.
En la misma línea, otro de los beneficios para la salud que tiene el compuesto de karité es ser apto para pacientes oncológicos, pieles atópicas o con dermatitis. Además, especialistas aseguran que aportará ácidos grasos ideales para tratar la piel alterada e irritada. Y como si fuera poco, se trata de una crema idónea con eczemas y psoriasis para manos.
Otros beneficios de la manteca de karité para el cuidado de la piel
- Combate acné
- Reduce el envejecimiento prematuro de la piel
- Nutre, hidrata y protege labios agrietados
- Trata dermatitis y estrías
- Repara moretones y manchas provocadas por la edad, el sol o el embarazo, como así también quemaduras.
- Disminuye las grietas en los senos formadas durante el periodo de lactancia.