Los celos son emociones que la mayoría de las personas experimentaron en algún momento de su vida. Hay personas que desconocen esta emoción, mientras que otras lo sufren a diario. Así, los celos se terminan transformando en un trastorno que no las deja vivir ni relacionarse sanamente con sus seres queridos, ya que los pensamientos negativos terminan por apoderarse de ellas.
Daniel Guzmán es un psicólogo español que se dedica a tratar este tipo de emoción y explica que los celos “se tratan de una reacción motivada por el miedo a la pérdida de algo, ya sea una persona, una cosa, ciertos estatus o posición social o familiar, el cariño de un ser querido, entre otras cosas”.
Guzmán aclara que cuando se habla de los celos dentro de una pareja, hay que tener claro que “jamás significan o expresan amor. En realidad, son la expresión de un desarrollo emocional desajustado”.
Cuáles son los motivos de los celos
Una investigación de la Universidad de Nueva York, durante la década del ‘90, descubrió cuáles eran exactamente los motivos que causan los celos: “Las personas celosas suelen ser inseguras, tener una baja autoestima y un historial de apego poco saludable durante su etapa de crianza”.
La base de los celos, según la ciencia
Inseguridad y baja autoestima: el hecho de no valorarse lo suficiente provoca el miedo a perder a la persona amada.
Temor a estar solo: los celos no están motivados por el afecto hacia el otro, sino por una preocupación egoísta por la posibilidad de quedarse solo.
Sentimiento de posesión hacia la pareja: esto origina relaciones tóxicas y modelos de comportamiento insanos. Una pareja emocionalmente saludable solo puede construirse garantizando la autonomía de sus dos miembros, sobre la base de la confianza mutua.
Apego inseguro en la infancia: los esquemas mentales de una persona criada en condiciones de apego inseguro pueden desarrollar conductas dependientes y celosas. Sus patrones afectivos están desestructurados, lo que provoca inestabilidad emocional y baja autoestima.
¿Deben reprimirse los celos?
“Una persona que padece celos debe entender por qué se producen, ser conscientes de sus inseguridades y miedos para controlarlos y para resolver el problema de origen”, dijo Guzmán e indicó que para solucionar un problema de celos “es necesario trabajar nuestra autoestima y ser capaces de reconocer nuestras virtudes y logros. Cuando los celos van más allá de las meras dificultades de gestión emocional, se convierten en una patología que debe ser tratada por un especialista”, finalizó.