Las cavas de vino electrónicas están adquiriendo gran popularidad entre los amantes de esta bebida que se consume en todo el mundo, casi tanto como la cerveza. Muchos tipos de cavas hay para elegir y distintos son los resultados de conservación que ofrecen. Lo óptimo según informan los expertos en el tema, es que el vino tinto se encuentre en una temperatura de 14 a 16 grados mientras que los varietales blancos lo hagan en un rango de 8 a 11 grados. Los vinos tintos considerados como jóvenes en cambio deben mantenerse a una temperatura de 12 a 14 grados.
Los estilos de cava dependen de la cantidad de botellas que se introducen en ellas. Hay de todos los tamaños posibles y lo importante es determinar con exactitud antes de la compra, es cuantas botellas se querrán guardar en simultáneo para saber cuánto gastar y cuántos vino se comprarán para mantenerlos en la cava eléctrica sin desperdiciar dinero.
También otro factor muy importante a tener en cuenta, es la estadía de los vinos dentro de la cava. No todos tienen el mismo periodo de adaptación y duración dentro de ella. Por ejemplo, los vinos jóvenes pueden estar en lo recomendable hasta un máximo de 3 años. Mientras que los vinos pesados pueden durar hasta 5 años.
La temperatura y la humedad son dos factores claves para la perfecta conservación de este tipo de bebida. En lo que se refiere a la humedad, es aconsejable que el interior de la cava mantenga un grado entre el 70% y 75%. Un ambiente muy seco podría resecar corchos, produciendo fuga o vaporización del líquido. Por otro lado, un exceso de humedad favorecería el surgimiento de hongos que dañarán los vinos.
La posición ideal de las botellas dentro de la cava es horizontal. Así de esa manera el corcho estará en constante contacto con el vino. Las vibraciones hay que evitarlas de todas maneras ya que son especialmente enemigos de los vinos. Estas hacen que las moléculas se dispersen y se rompa el proceso de polimerización que le brinda a los vinos la armonía necesaria para mantener el sabor.