GASTRONOMÍA

Cocinar con vino: ¿Qué hay que tener en cuenta al usarlo?

Para cada plato existe una variedad, es por eso que en esta nota vamos a enseñarte todo lo que tenes que saber para cocinar con esta bebida.

Todo lo que tenés que saber para cocinar con vino tinto
Todo lo que tenés que saber para cocinar con vino tinto
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Los vinos son un gran compañero de la cocina, se pueden cocinar cientos de platos con distintas variedades y lograr un sabor único y exclusivo. Pero hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de ponerse a cocinar con esta bebida. Es por eso que te vamos a enseñar todo lo que tenes que tener en cuenta y cómo saber elegir la variedad perfecta para tu plato.

Un vino para cada plato

Comencemos con lo más clásico, el vino tinto y las carnes rojas. Siempre se lo puede encontrar en salsas para platos de caza. Malbec, Bonarda o Merlot de cuerpo medio van muy bien con preparaciones de intensidad media. 

Si queremos cocinar platos a base de ave, cerdo o conejo, pensemos en vino blanco, que es, por otra parte, súper atinado para sopas de pescado y platos con mariscos. Los postres podrán tener un toque delicado de vino blanco dulce. 

Pescados grasos como salmón, trucha, bacalao o pacú, piden salsas con vino tinto a base de Pinot Noir o blancos de Chardonnay y Semillón.    

Tips para cocinar con vino 

El vino en general, se aplica para marinar carnes, elaborar salsas y proporcionar un sabor extra a los platos. Al estar compuesto principalmente de agua, aporta a las recetas aromas, texturas y matices derivados de minerales y ácidos del propio vino. Así, intensifica el sabor de los platos, además de ayudar a los alimentos a desprender un gran abanico de sabores.

También el vino favorece la caramelización de los jugos resultantes de la cocción. Una vez que se cocinaron los alimentos, en el recipiente quedan restos de sus jugos. Cuando estos están calientes, podemos echar una pequeña copa de vino tinto y así lograremos que el líquido se incorpore nuevamente a la salsa elaborada para acompañar el plato. Esto se conoce como “desglasado” y es el paso previo para crear aderezos. 

Por otro lado, cocinar con vino implica hacerlo a fuego lento. De lo contrario, el calor en todo su esplendor puede perjudicar sus características organolépticas.