El rostro o la cara es una de las áreas más sensibles del organismo ya que se encuentra constantemente expuesto al exterior y todo lo que eso conlleva en cuanto a contaminación, humo o radiación solar. Por este motivo es importante mantener la cara con una buena salud e intentar evitar aquellos alimentar que aportan grasa a la piel.
Sin embargo, existe la premisa de que cada piel es distinta a la otra y por ende, cada una de ellas precisan distintos cuidados pero hay algunos que son recomendables para todas. Para saber si la piel del rostro se encuentra sana debe mantener las siguientes características vigentes: luminosidad, terso y suavidad. Esto se logra con una gran hidratación y reduciendo el consumo de algunos alimentos.
Una piel grasa por su parte se caracteriza por tener poros grandes y durante el día se tiene la sensación constante de grasa en el rostro. Esta se produce debido a que las glándulas sebáceas trabajan más de lo común causando exceso de grasa.
Para evitar la piel grasa es recomendable evitar el uso de picantes ya que estos hacen que los vasos sanguíneos se dilaten y así la piel se inflame. La sal también debe evitarse si no se desea obtener una piel grasa. El motivo de esto es que el sodio ayuda a aumentar la tensión arterial y causa la retención de líquidos. Esto en exceso finalmente logra evitar la depuración de la grasa dentro del organismo.
Las harinas refinadas también deben evitarse en exceso ya que aumentan los niveles de azúcar y por consiguiente la inflamación. Es importante tener en cuenta las harinas integrales para evitar lo anterior. Los embutidos y las carnes procesadas también deben evitarse con frecuencia ya que aportan demasiados sulfitos que causan inflamación en la piel, enrojecimiento y falta de luminosidad.
Por último, el gran consumo de carnes rojas puede lograr saturación e impurezas en la piel y lo recomendable es optar por sectores de carne más magra y en cantidades recomendadas. Siempre para cualquiera de estos casos es recomendable consultar a un especialista en cuidado de la piel.