Cuando se incrementan considerablemente los valores de presión sanguínea por encima de los límites normales, la presión alta dirá presente y causará graves daños al organismo. En consecuencia, el paciente con esta patología será propenso a padecer accidentes cardiovasculares y otros problemas coronarios. Y si bien los valores podrán reducirse con medicamentos, existe una fruta que también nos ayudará. Es por ello que especialistas aconsejan beber a diario jugo de tomate.
Un vaso de jugo de tomate sin sal por día será fundamental para controlar la hipertensión arterial. Es que las propiedades de esta bebida traen beneficios al organismo y no solo en lo que respecta a la presión sanguínea, sino también para el colesterol. Por lo que la ingesta del tomate será primordial.
El potasio, vital para los pacientes con presión alta
Un estudio de la Universidad Médica y Dental de Tokio y el Instituto de Mejoramiento de Plantas de Tucson, reveló el secreto detrás del tomate. Es que con una investigación realizada con 481 pacientes que bebieron este jugo, demostraron los cambios en lo que respecta a la presión alta. Los sujetos que tomaron este jugo regularmente vieron mejoras drásticas en su presión después de 12 meses. Mientras que, además, los investigadores vieron mejoras tanto en la presión sistólica como en la diastólica, así como en el colesterol malo.
La razón por la cual el jugo de tomate puede disminuir la hipertensión arterial es por su aporte de potasio. En este contexto, comer o beber alimentos y bebidas que aporten este mineral puede ayudar a reducir la hipertensión. Esto incidirá en el líquido que se mantiene en el cuerpo y la cantidad que se libera.
Es que mientras más líquido tengamos en la sangre, ejercerá mayor presión contra las paredes de las arterias, generando la presión alta. Por lo tanto, para eliminar el exceso de líquido se necesita un equilibro de sodio y potasio, es por ello que el jugo de tomate será esencial. No obstante, profesionales recomiendan no olvidar establecer una dieta sana y consumir fruta, verdura y frutos secos.