La limpieza de la cocina debe incluir sí o sí una rutina sobre la estufa. Es que pocas veces recordamos limpiar este lugar en donde elaboramos los mejores platillos. Por ende, será necesario quitar todo ese exceso de grasa y rastros de comida. Y para ello no es necesario gastar grandes sumas de dinero, ya que existe un truco casero sensacional que nos permitirá desengrasar y limpiar de forma efectiva.
En la estufa albergamos manchas casi imposibles de quitar. Es que a medida que desarrollamos arte culinario, podemos ensuciar todo lo que se encuentre en nuestro camino. En este marco, te traemos una solución para que tu tarea sea más fácil de realizar, dejando la superficie como nueva, brillante y recién pulida. Por lo tanto, si buscamos no gastar dinero extra, podremos implementar la técnica del bicarbonato de sodio, vinagre blanco y jugo de limón.
Guía rápida para la limpieza de la estufa
Para realizar este truco de limpieza debemos elaborar una preparación eficiente con media taza de bicarbonato de sodio, 3 cucharadas de vinagre blanco y 2 cucharadas de jugo de limón. El siguiente paso será mezclarlos hasta formar una pasta. Este resultado lo aplicaremos posteriormente sobre las manchas de grasa o restos de comida.
Tendremos que dejar actuar por 15 minutos y luego tallar con una fibra con movimientos circulares, ejerciendo fuerza para eliminar la suciedad. En caso de que la zona esté muy afectada, tendremos que volver a aplicar la pasta, añadiendo jabón de trastes y agua caliente. Con esto nos aseguraremos que este artefacto de cocina quede como nuevo, sin rastros de suciedad.
Este truco de limpieza lo podremos desarrollar cada vez que notemos manchas de grasa en la estufa. Aunque, es menester aclarar que limpiar la cocina dependerá del uso de la misma. Si no la usamos a diario, será en vano limpiarla todos los días. En cambio, si cocinamos almuerzo y cena, sí o sí tendremos que limpiar todas las noches.