Antes de consumir el brócoli es necesario hacer un lavado efectivo (como con cualquier vegetal), a fin de evitar que las bacterias que traen los pesticidas que le colocan dañen nuestro organismo. Eso lo sabemos todos. Pero de algo que no tomamos dimensión es cómo hacerlo de forma eficiente. Por ende, para aprovechar todos sus nutrientes, vitaminas y minerales, es necesario limpiarlo y desinfectarlo efectivamente.
¿Por qué debemos lavar nuestros vegetales antes de consumirlos?
Cualquier vegetal puede guardar tóxicos de los pesticidas, además de que al ser transportados desde el área de cultivo donde hay una pequeña fauna como gusanos y otros insectos, lo que lo convierte en un alimento contaminado. En consecuencia, debemos lavarlo de forma adecuada para evitar enfermarnos.
¿Cómo lavar el brócoli y liberarlo de bacterias?
Primero que nada, es necesario elegir un buen brócoli antes de lavarlo y consumirlo. Este debe tener un color verde oscuro, ya que si se pone amarillo, es síntoma de moho y no está apto para su consumo. Además, si el tronco está blando, tampoco estará sano. Luego debemos cortarlo para que se lave correctamente, en pequeños trozos. Luego desecharemos la parte más dura del tallo y dividiremos en arbolitos más pequeños, cortando por las ramas. Si te encuentras con zonas amarillentas, sólo córtalas con un cuchillo y deja lo más verde posible.
El próximo paso para quitar las bacterias será desinfectar el alimento. Para ello debemos utilizar un recipiente grande y añadir agua y otro desinfectante. Si queremos optar por uno natural, deberemos combinar un litro de agua con un vaso de vinagre blanco, o también un litro de agua con una cucharada de bicarbonato de sodio. Ahí debemos dejarlo 20 minutos reposando.
El último paso para tener un brócoli sin bacterias y poder conseguir un vegetal apto para consumo será enjuagar con agua los arbolitos en un escurridor. Hecho esto, ya podremos consumir nuestros brócolis en un delicioso platillo.