Pocas veces le prestamos especial atención al cuidado de nuestros pies, y los talones son una de las zonas del cuerpo donde la piel más se reseca y en consecuencia se pueden formar callos y haz que generan incomodidad en quién lo padece. Por eso a continuación te contaremos cómo cuidar tus talones agrietados para evitar complicaciones.
Si no se cuidan a los talones las grietas pueden aumentar de tamaño y profundidad incrementando el riesgo a desarrollar una infección y dar paso a otros síntomas como dolor y molestia al caminar. En ese marco si bien en general los talones agrietados no representan un problema médico grave, sin embargo es conveniente no subestimarlos y darles el tratamiento adecuado para evitar que se conviertan en un problema más complejo.
¿Cómo tratar los talones agrietados?
- Remoja los pies alrededor de 10 minutos en agua alma o jabonesa y luego secalos con golpes suaves sin restregar la toalla.
- Luego frota suavemente los talones con una esponja vegetal o una escofina para quitar la piel muerta.
- Después debes aplicar una crema más áspera a base de aceite o con vaselina.
- Por último debes usar un par de medias de algodón finas a la hora de dormir para ayudar a que el humectante haga efecto.
Con estos simples pasos harás posible que tus talones queden humectados y así eliminar completamente las molestias por tener los talones agrietados o con callos.
Truco en casa
Sí bien en invierno nuestros talones están la mayor parte del tiempo cubierto la idea no es esperar hasta los días más cálidos para empezar a cuidar nuestros pies, sino que durante todo el año de hemos tratado de mantener esta zona cuidada para evitar que se vuelva vulnerable a grietas, sequedad y durezas. Por eso te vamos a recomendar algunos remedios caseros que ayudarán a mejorar el aspecto de la piel de tus talones y a combatir la afección por sequedad.
Ingredientes:
½ taza de aceite de coco orgánico (100 g).
Tres cucharadas de sal gruesa (36 g).
Frasco de cristal con tapa.
Utensilio de silicona o madera.
Procedimiento:
- En un recipiente añadir el aceite de coco orgánico.
- Agregar la sal y revolver muy bien para que se integren bien los ingredientes.
- Dejar reposar por varias horas.
- En horas de la noche, enjuagar los pies con agua y jabón.
- Aplicar el exfoliante en la zona, realizando un masaje suave en la zona para remover los callos.
- Dejar actuar el exfoliante por media hora y sumergirlos en agua tibia.
Con este truco casero lograrás ayudar a humectar la piel de tus talones y así cuidar de los mismos de la manera correcta para evitar que esten agrietados y que se produzcan en ellos la aparición de callos por sequedad en los mismos.