La importancia de una dieta equilibrada y saludable se hace más evidente con el tiempo: un nuevo estudio publicado en la revista Alzheimer's & Dementia ha arrojado luz sobre la relación entre la dieta en la mediana edad y la salud cognitiva en la vejez.
Según esta investigación, las mujeres que siguen dietas saludables entre los 40 y 60 años son menos propensas a experimentar pérdida de memoria y otros deterioros cognitivos a medida que envejecen.
El estudio, dirigido por científicos de las facultades de medicina de la Universidad de Nueva York y de Columbia, analizó datos de más de 5,000 mujeres a lo largo de 30 años.
Estas mujeres que llevaban una dieta rica en alimentos vegetales, especialmente aquellos con alto contenido de potasio, calcio y magnesio, y baja en grasas saturadas, sodio y azúcar, mostraron una mejora en la función cognitiva después de los 60 años.
Este estudio se basó en datos que las participantes proporcionaron sobre sus hábitos alimenticios a través de cuestionarios entre 1985 y 1991, cuando tenían un promedio de 49 años.
Luego, se siguió la salud de estas mujeres durante más de 30 años, con especial atención al deterioro cognitivo a medida que envejecían.
Cuál es el efecto de una dieta saludable en los efectos de la vejez
Los resultados fueron reveladores: las mujeres que llevaban una dieta más saludable en su mediana edad tenían un 17% menos de probabilidades de manifestar deterioro cognitivo en la vejez.
Las preguntas del cuestionario del estudio se centraban en la capacidad para recordar eventos recientes, comprender instrucciones orales, participar en conversaciones grupales y moverse por lugares familiares.
El profesor Yu Chen, investigador de la Universidad de Nueva York y autor principal del estudio, enfatizó la importancia de llevar una dieta saludable durante la mediana edad.
El experto señaló que "nuestros datos sugieren que es importante llevar una dieta saludable en todo momento, pero especialmente crítico a partir de los 40 años para prevenir el deterioro cognitivo en la vejez".
Este estudio subraya la influencia positiva de una alimentación adecuada en la salud cognitiva a largo plazo y destaca que las decisiones dietéticas que tomamos en la mediana edad pueden tener un impacto significativo en nuestra calidad de vida.