La caspa es uno de los problemas más comunes en la cabellera. No por nada existen tantos productos que buscan reducirla o eliminarla. Sin embargo, puede que eso que tengas en tu cabeza no sea precisamente caspa.
La dermatitis seborreica es una condición de la piel que a menudo se confunde con la caspa debido a la similitud de los síntomas.
Esta afección ataca principalmente el cuero cabelludo, pero también puede aparecer en áreas del cuerpo con glándulas sebáceas, como la nariz, orejas, barba, párpados, pestañas y pecho.
¿Qué efecto tiene la dematitis seborreica en tu piel?
La dermatitis seborreica es una afección inflamatoria de la piel que a menudo está relacionada con la proliferación de un hongo llamado Malassezia, que tiende a desarrollarse en áreas del cuerpo ricas en glándulas sebáceas.
Una de las manifestaciones más comunes de esta afección es la "costra láctea", que es la descamación y enrojecimiento en el cuero cabelludo que afecta a muchos bebés.
Sin embargo, la dermatitis seborreica no se limita a la infancia; es una condición que puede afectar a personas de todas las edades, desde la adolescencia hasta la adultez.
La prevalencia de la dermatitis seborreica es sorprendentemente alta. Aproximadamente el 5% de la población mundial la padece, y puede manifestarse en dos momentos clave de la vida: alrededor de los tres meses de edad en bebés y niños.
Esta afección cutánea tiende a empeorar en entornos con calefacción en invierno, lo que hace que el tratamiento durante los meses fríos del año sea esencial.
El uso de champús específicos es una parte importante del manejo de la dermatitis seborreica. Estos champús deben contener ingredientes antifúngicos, como la piroctona olamina, así como propiedades antiinflamatorias y calmantes.
La buena noticia es que aunque no existe una cura definitiva para la dermatitis seborreica, es posible controlarla eficazmente y aliviar sus síntomas. El control implica la reducción de la inflamación y la descamación de la piel, así como el alivio del picor.