La lavanda es una de las plantas que tiene muchas propiedades. Si quieres tener tu parque lleno de lavanda te vamos a contar el secreto de jardinería que es infalible. Así podrás reproducir tu planta sin esfuerzos y disfruta de un jardín perfumado sin complicaciones.
Si bien reproducir la planta de lavanda puede parecer una tarea intimidante, pero con los pasos adecuados, cualquier amante de las plantas puede lograrlo con éxito. Una de las formas más sencillas de multiplicar tus plantas de lavanda es a través de la propagación por esquejes.
El secreto de jardinería para reproducir la lavanda
Primero selecciona un tallo sano y sin floración de tu planta de lavanda. Corta el tallo en segmentos de aproximadamente 10 a 15 centímetros de longitud, asegurándote de que cada esqueje tenga al menos un par de hojas.
Luego retira las hojas de la parte inferior del esqueje y sumérgelo en enraizante antes de plantarlo en tierra bien drenada. Para que la reproducción de la planta sea exitosa, es crucial mantener los esquejes húmedos durante el proceso de enraizamiento.
Debes colocar una bolsa plástica sobre los esquejes de la planta para crear un ambiente húmedo, y colócalos en un lugar con luz indirecta. En unas pocas semanas, deberías notar el desarrollo de raíces, indicando que los esquejes están listos para ser trasplantados a macetas individuales.
La lavanda es conocida por su resistencia, pero proporcionar las condiciones adecuadas durante el proceso de propagación es esencial. Asegúrate de que los esquejes reciban suficiente luz, pero evita la luz solar directa para evitar el estrés y que pueda perjudicar su reproducción.
La lavanda es una de las plantas más coloridas que hay y en otoño son grandes aliadas. Si quieres en tu parque tener esta planta debes seguir este truco de jardinería.