El cuidado de la piel y en especial del rostro, es una de las tareas a la cual le prestamos atención de lleno ya que incorporar un producto nuevo en nuestra rutina de piel, puede resultar intimidante al principio, sobre todo cuando vamos a probar un activo nuevo con el que nunca hemos tratado. En ese contexto es que muchas han oído hablar del retinol incluida en la rutina facial, pero lo cierto es que algunas mujeres desconfían de su uso debido a que hay algunos mitos que circulan sobre este activo. A continuación derivaremos mitos y aclararemos verdades sobre el retinol incorporado a nuestra rutina de belleza.
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Derribando mitos
1. Todos los productos que contienen retinol son iguales
El retinol es recomendado por los dermatólogos por su capacidad para promover la regeneración de las células desde el interior. Pero al igual que sucede con la vitamina A, el ácido hialurónico o los aminoácidos, el tipo de producto en el que se encuentren influirá sustancialmente en su efectividad.
Si usas un sérum, que mayormente vienen en forma de pipeta, la concentración del retinol es mucho mayor que en una crema, por lo que será más efectivo si le damos un uso continuado y constante en nuestra rutina. Por eso no todos los productos que contienen retinol son iguales, sino que depende de la concentración del activo que el producto tenga.
2. El retinol ayuda a sintetizar el colágeno
El retinol es un activo derivado de la vitamina A, una de sus formas más puras y con más capacidad para regenerar la piel. En el sector de la cosmética, se conoce que ofrece una transformación visible en la textura y calidad de la piel, matizando las arrugas y luchando contra los signos del envejecimiento y esto lo consigue porque ayuda a la síntesis del colágeno en nuestro organismo. Es decir, que favorece el mantenimiento de la elasticidad de la piel y a que nuestro cuerpo lo genere y absorba. También es conocido por sus efectos antiarrugas y despigmentantes, dos beneficios imprescindibles en cualquier rutina de belleza, especialmente para las pieles maduras o con tendencia a las manchas. Por eso es cierto que ayuda a sintetizar el colágeno.
3. No puede usarse en la zona del contorno de ojos
Probablemente hayas escuchado que el retinol es mejor evitar aplicarlo en la zona del contorno de los ojos. Esto se debe a que la piel que rodea el ojo suele ser más fina y sensible, por lo que puede que la reacción sea diferente a el resto de la cara. Sin embargo, esto no quiere decir que lo excluyamos completamente de nuestra rutina. De hecho, el retinol puede retrasar la aparición y mejorar el aspecto de ojeras, líneas finas, pigmentación y arrugas. En su lugar, debemos decantarnos por productos específicos para el contorno de ojos que contengan retinol.
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De esta manera derribamos mitos y comprobamos que el uso de retinol es bueno y está comprobado científica y dermatológicamente, de manera que podemos incorporarlo de manera habitual en nuestra rutina de belleza, teniendo en cuenta las aclaraciones que acabamos de ver.