El árbol de jade es de las plantas más populares, especialmente por su capacidad para atraer dinero y fortuna, según el Feng Shui. Conocida científicamente como Crassula ovata, es una planta suculenta y fácil de conseguir. Como gran parte de las suculentas, es de fácil cuidado, aunque algunas veces el jade puede estar enfermo. Es por ello que hoy te diremos cuáles son las principales enfermedades y cómo hacer los cuidados de la planta de jade.
Una de las grandes preocupaciones que podemos tener en la jardinería es cómo saber si nuestras plantas están enfermas y en peligro de morir, por eso, en esta ocasión te vamos a explicar los síntomas que te están mandando esa señal de alarma. En el caso del jade, para saber que está enfermo, es necesario que sepas que puede sufrir ataque de plagas como los ácaros, las cochinillas, los caracoles y los hongos, como la podredumbre. De todos modos, estas varían según si la planta se ubica en interior o en exterior y según los cuidados que le ofrezcamos.
¿Cómo saber si tu árbol de jade está enfermo?
Pudrición
Una de las principales alarmas (y la más evidente) es la pudrición del árbol de jade. Se presenta por causa de una bacteria que entra en el tallo y pudre a la planta. Los primeros síntomas que podemos notar es la caída de hojas. Es muy difícil rescatarlas una vez que el tronco está dañado. Si lo detectas a tiempo, podrías intentar descabezar a la planta para ayudarla a sanar.
Cochinilla algodonosa
Otra de los cuidados de la planta de jade pasará por evitar la cochinilla algodonosa, ya que puede causar que la especie se enferme rápidamente. Esto sucede cuando hay mucha humedad en el ambiente, cuando hemos regado en exceso y no hemos retirado el agua extra de las hojas. Lo notaremos porque verás en las hojas una especie de algodoncillo blanco.
Pulgón
Cuando nuestro árbol de jade está enfermo, una de las principales razones puede ser el pulgón, lo cual también atrae hormigas. En este caso, entre los cuidados de la planta de jade más efectivos encontraremos el uso de sustancias químicas (pesticidas), los cuales nos garantizarán la erradicación de la plaga.