El consumo de frutas y verduras es lo primero que los médicos recomiendan a la hora de beneficiar la salud. Está comprobado que el consumo de estos alimentos ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles como diabetes, presión arterial alta e incluso cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, recientemente se conoció que el consumo específico de la cáscara del kiwi puede prevenir el envejecimiento prematuro, reducir el peso corporal, controlar la diabetes, disminuir el colesterol sanguíneo y bajar la presión arterial.
Tanto la pulpa como la piel o cáscara del kiwi son ricas en vitamina C. Además es rico en agua, fibras, potasio, betacarotenos, y posee propiedades antioxidantes que previenen el daño celular.
Además, el kiwi favorece el tránsito intestinal. Aporta para que la persona digiera mejor los alimentos, ya que contiene fibra soluble e insoluble y aumenta la microbiota saludable en el organismo. Otro de los grandes beneficios es que le aporta al organismo grandes cantidades de potasio, un mineral que promueve el relajamiento de las arterias y elimina el exceso de sodio del organismo. La piel del kiwi también ayuda a prevenir el aumento de la presión, siendo una opción para las personas que sufren hipertensión arterial.
¿Cuáles son los beneficios de consumir el kiwi con frecuencia?
Al contener tanta fibra, el kiwi beneficia al corazón, ya que las mismas disminuyen la absorción de grasas de los alimentos a nivel intestinal, contribuyendo para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
El kiwi puede consumirse solo, o incluso mezclado con otras frutas como fresas, naranjas, etc. También se puede consumir en licuados o jugos, los cuales te ayudarán a combatir el estreñimiento. Lo puedes mezclar con yogurth y granola o incluso hacerlo dulce para poder colocarlo en tus tostadas. Todas las posibilidades se deben adoptar luego de lavar y desinfectar perfectamente la fruta con su piel.