Los dientes amarillos son uno de los problemas de estética dental más consultados en los consultorios odontológicos. Ante esta situación comenzamos a buscar diversos tratamientos o productos, como por ejemplo el bicarbonato de sodio, que nos devuelvan una apariencia blanca en los mismos, pero lo que pocas personas no entienden es que este problema seguirá si no se acaba con el mismo de raíz.
Además, los dientes amarillos pueden incluso causar muchos problemas de autoestima, y esto termina afectando a la personalidad de los seres humanos.
¿Por qué los dientes se vuelven amarillos?
Son muchos los causantes de los dientes amarillos, e incluso no son los mismos para los hombres que para las mujeres. Por ejemplo, los dientes amarillos suelen surgir en la época de la adolescencia. Una higiene bucal incorrecta y la propia evolución del diente con la edad, también contribuyen a que los dientes pierdan el blanco que tenían originalmente.
Sin embargo también es importante aclarar que el consumo de ciertos alimentos o llevar adelantes algunas prácticas pueden causar que los dientes se vuelvan amarillos rápidamente. Por ejemplo, el consumo de tabaco suele causar que los dientes adquieran un color amarillento o grisáceo, fruto de la tinción causada por la nicotina. Este problema se acentúa en las personas de mayor edad.
Por otro lado, el consumo diario de vino, café, té y gaseosas también afectan la a la tonalidad de los dientes, que acaba volviéndose más oscura. También se ha comprobado que algunos fármacos, como as tetraciclinas, los déficits de calcio hereditarios y la exposición excesiva al flúor durante el desarrollo del diente (fluorosis), también pueden afectar a la tonalidad del esmalte de los dientes.
Sin embargo existen diversas alternativas para devolverles su color blanco a los dientes, como por ejemplo el blanqueamiento dental, en el cual se coloca sobre los dientes amarillos un gel de peróxido de hidrógeno que oxigena los tejidos internos del diente sin dañar su estructura. Pero si estás buscando algún método más natural, puedes consumir fresas con sal, o realizar una pasta de dientes con jengibre.