Cuando Taylor Swift asistió a los premios Grammy luciendo un vestido con flores naturales, muchos se dieron cuenta de que ese era el futuro de la moda: incorporar la naturaleza viva a las prendas.
Es por ello que cada vez son más los diseñadores que se animan a incorporar diversos elementos de la naturaleza como flores y hojas a sus creaciones.
La naturaleza es una gran fuente de inspiración para los artistas, y ahora se busca dejar de crear modelos o prendas simétricas donde solo se ven colores sólidos, para darle paso a las hojas, las flores, los animales, etc. Los primeros que se inspiraron en la naturaleza para crear prendas fue la dinastía Tang en China, entre los años 600 y 900 DC.
Ahora, en pleno siglo XXI, cientos de diseñadores están tomando nuevamente los preceptos de la dinastía Tang para realizar sus creaciones. La naturaleza ahora se muestra en tres dimensiones, es figurativa, no es algo pintado o artificial.
Uno de los mayores exponentes de esta idea es la marca Loewe, mientras que celebridades como Jenna Ortega, JLo, Emily Ratajkowski o Taylor Russell también han decidido lucir esta idea de incorporar a la naturaleza a sus looks.
Prendas con pasto, flores o incluso accesorios con forma de sapos (los cuales son creados gracias a la tecnología de las impresoras 3D), se han apoderado de las pasarelas a nivel mundial. La naturaleza le gana a la urbanidad. Por ejemplo, Dion Lee ha dado cátedra con enormes hojas de monstera aplicadas en vestidos, tops y accesorios. Para ser justos, desde hace ya algunas temporadas y en esta primavera 2023, tampoco faltaron.