Las arrugas, los puntos negros y el acné son los principales problemas que pueden atacar a nuestra piel. Es por ello que la mejor opción para prevenirlos es cuidar la piel con mascarillas, sérums y cremas que mantengan los poros cerrados y limpios.
La piel tiene aproximadamente dos millones de poros, cuyos objetivos son ayudar a la transpiración y mantener la grasa necesaria para la hidratación de la piel, entre otras funciones. Los puntos de la cara suelen ubicarse en la nariz, en la frente, en los pómulos y en la barbilla.
¿Cómo cerrar los poros?
Como se menciona anteriormente, los poros tienen como principal función la transpiración, pero si esos poros están llenos de suciedad y de grasa, no pueden cumplir dicha función. Es por ello que hay que limpiar los poros constantemente, e incluso también hay que aprender a cerrarlos para que no vuelvan a llenarse de mugre y grasa.
El primer paso para cerrar bien los poros consiste en realizar una limpieza a fondo de la piel. Puedes hacerlo con agua o con agua micelar, para retirar la suciedad superficial, y luego puedes exfoliar la piel. A continuación se recomienda aplicar una mascarilla a base de maizena y miel.
Ingredientes
2 cucharadas de maizena o harina de maíz
1 taza de agua caliente
2 cucharadas de miel
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El primer paso para realizar esta mascarilla consiste en colocar en un recipiente hongo una cucharada de maizena y miel. Luego debe calentar un vaso de agua y agregar a la mezcla. Revolver todo hasta que se forme una pasta. Colocar la mascarilla sobre la los poros, reforzando las áreas de la frente, la nariz y la barbilla. Dejar reposar durante 15 minutos. Para finalizar, enjuaga con abundante agua. Si lo deseas, puedes incorporar esta mascarilla a tu rutina de skincare diaria y comenzarás a notar como tu piel cambia por completo.