El Feng Shui es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta que está basado en la ocupación consciente y armónica del espacio. Este método de la cultura Oriental tiene como objetivo lograr de los objetos una influencia positiva sobre las personas que lo habitan.
Para el Feng Shui todos, absolutamente todos los objetos tienen la capacidad de absorver y repeler energías positivas o negativas, dependiendo de su esencia. Además, podemos afirmar que para la cultura Oriental el orden de los espacios es indispensable para que fluyan las buenas vibras.
Uno de los sitios del hogar a los que más atención presta el Feng Shui es el baño debido a que ahí los seres humanos expulsan de forma literal sus malas energías. Por eso, para la cultura Oriental es imprescindible mantener limpio el inodoro. Un método ideal es el de echar sal una vez por mes.
¿Por qué echar sal al inodoro, según el Feng Shui?
Lo que debes hacer es mezclar en un recipiente 250 gramos de bicarbonato de sodio, la misma cantidad de sal y solo 25 gotas del aceite que utilizas para cocinas. Luego de conseguir una mixtura importante, debes aplicarla cada noche en el interior del inodoro del baño.
En la siguiente mañana tienes que hervir una olla con agua con el objetivo de volcarla en el inodoro y tirar de la cadena. Esto es clave para que el baño huela siempre agradable, pero principalmente para que esté libre de bacterias y suciedad, algo indispensable para el Feng Shui.