El cuidado de los árboles frutales es vital para obtener frutos saludables. Sin embargo, muchas veces pueden sufrir de enfermedades y plagas que los debilitan y disminuyen su producción. Por lo tanto, es importante aprender a identificar las señales de que nuestros árboles frutales están sufriendo alguna afección.
Uno de los primeros síntomas que debemos observar son las hojas. Si estas presentan un color amarillento, están marchitas o picadas, es una indicación de que el árbol está enfermo. Además, si las hojas tienen manchas, están moteadas o rizadas, puede ser una señal de que están siendo invadidas por plagas de hongos.
Otro indicio de que nuestros árboles frutales tienen plagas son los insectos. Debemos estar atentos a la presencia de insectos en el árbol y en los frutos, ya que pueden dañarlos y disminuir su calidad. Si observamos ramas muertas o dañadas en las raíces, es una señal de que el árbol está debilitado y es más susceptible a enfermedades. También es importante revisar la corteza del árbol, si está resquebrajada y con resina es una manifestación de que el árbol está enfermando.
¿Cómo evitar plagas en tus árboles frutales?
Para evitar que los árboles frutales sufran enfermedades y plagas, es importante darles el cuidado adecuado. Debemos mantenerlos bien regados y fertilizados para que tengan los nutrientes necesarios para crecer fuertes y sanos. Asimismo, podemos prevenir las plagas aplicando productos orgánicos que no dañen al medio ambiente y eviten la propagación de enfermedades. Además, es recomendable podar regularmente los árboles para que tengan una buena forma y aireación, lo que ayuda a prevenir la aparición de hongos.
En caso de que detectemos que nuestro árbol frutal tiene plagas o enfermedad, debemos tomar medidas inmediatas para evitar que se propague y afecte a otros árboles cercanos. Podemos aplicar insecticidas y fungicidas específicos para el tipo de plaga o enfermedad que tenga nuestro árbol, pero es importante consultar con un experto para que nos oriente sobre el tratamiento adecuado. También podemos cortar las ramas o frutos afectados para evitar la propagación de la enfermedad.