El limonero es un árbol frutal perfecto para cualquier hogar. Es que nos brinda una de las frutas más nobles y deliciosas que podemos pedir. Pero para que esto suceda no alcanzará con dotarlo de un abono casero perfecto, ya que también tendremos que complementar esto con cuidados de jardinería. Es por ello que hoy te contaremos todos los secretos detrás de esta planta para que puedas disfrutar de los mejores limones.
Este árbol frutal es una planta perenne, de tamaño pequeño y que puede alcanzar alturas de entre 2 y 7 metros. Especialistas aseguran que para que crezca sano, tendremos que vigilar las temperaturas extremas, sobre todo las frías, y que disponga de la suficiente exposición solar. Brinda flores en primavera, con aromas agradables, por lo que también podremos aprovechar de su belleza en el jardín. Lo único a tener en cuenta son los cuidados específicos que requiere el limonero.
¿Cómo hacer que el limonero tenga muchos limones?
Como dijimos anteriormente, el limonero es sencillo de cuidar, pero requerirá de técnicas de jardinería específicas para que tenga muchos limones.
- Temperatura. El limonero es muy sensible a las bajas temperaturas, por lo que es ideal plantarlo durante la primavera y otoño. De esta manera lo podrás proteger durante su inicio de las temperaturas más extremas. Su temperatura ideal es entre 17 y 27 grados.
- Luz. El limonero necesita al día al menos 5 o 6 horas de luz directa, por lo que deberá estar en un lugar soleado para que luego podamos cosechar los mejores limones.
- Riego. El limonero requiere un riego recurrente, sobre todo en temperaturas muy cálidas, cuando tendrás que hacerlo cada 48 horas. En épocas más frías no será tan necesario, y podrá aguantar el doble de tiempo sin recibir agua.
- Suelo. Si quieres que tu limonero crezca y te dé sus mejores limones, será necesario que utilices un fertilizante unas 3 o 4 veces al año. Además, no cualquier tipo de suelo vale, sino que necesita crecer en suelos poco calizos y permeables.
- Podas. Durante sus primeros años, debemos podar este árbol frutal para que adquiera la forma que queremos, y así, por ejemplo, poder mantenerlo en nuestro balcón o terraza sin que ocupe demasiado espacio. Una vez crezca, la poda deberá ser de mantenimiento.