El microblading es una técnica de embellecimiento de cejas. Este método nos ayuda a conseguir un resultado natural, resaltando así la belleza de nuestros ojos. Generalmente la realizan personas que tienen pocos vellos en esta zona por cuestiones naturales o por exceso de depilación. Independientemente del motivo, hay algo que deberás saber antes de pagar por este proceso: cuánto durará en tu rostro.
Una de las técnicas más demandadas para la consecución de unas cejas definidas y pobladas que enmarquen nuestro rostro es el microblanding. Para explciarlo en simples palabras, se trata de un tatuaje semipermanente sobre la región en donde faltan vellos o hay muy pocos. Con esta técnica metodología logramos simular el pelo natural realizando trazos tan finos como el verdadero vello, de manera que los trazos se mimetizan a la perfección con el pelo natural de la ceja consiguiendo un resultado muy realista.
Es una técnica costosa y que tiene un amplio margen de durabilidad en el rostro, por lo que muchas mujeres optan por el microblading para darle protagonismo a la mirada. Sin embargo, es importante que sepas que su duración dependerá de tres cualidades o factores.
¿Cuánto dura el microblading en las cejas?
Si bien no hay una duración exacta del tratamiento, en líneas generales y con las condiciones idóneas, puede durar cerca de dos años. Aunque, como dijimos anteriormente, distintas circunstancias alterarán la durabilidad de esta técnica de belleza:
- Piel. En pieles grasas tiene una duración menor, siendo de 6 a 8 meses aproximadamente. En las pieles mixtas tiene una duración aproximada de 12 meses, mientras que en pieles secas puede durar 24 a 30 meses.
- Cuidados. Si no realizas los cuidados sugeridos por la profesional que te hizo el microblading, las cejas te durarán poco tiempo. Es importante, por ejemplo, utilizar protector solar factor 50 en las cejas.
- Profesionalismo. Por último, el resultado será más largo en el tiempo si quien nos hizo el microblading es un profesional que estudió y se capacitó para ello. Sabemos que lo barato sale caro, por lo tanto, no busquemos precio, sino profesionales que se formaron para realizar este procedimiento. Una buena forma de saber cómo se desenvuelve cada profesional es investigar sus trabajos previos a través de sus perfiles de redes sociales o las webs de las clínicas, donde suelen exponer ejemplos.