Comer alimentos quemados puede parecer inofensivo para algunos, pero según la ciencia, existen riesgos asociados a esta práctica. La formación de acrilamida es uno de los peligros más destacados, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Por si no lo sabías, hay varios riesgos a la hora de comer aimentos quedamos y aquí te mencionamos los principales.
Los 3 riesgos de comer alimentos quemados
La acrilamida se produce cuando los alimentos ricos en almidón se cocinan a altas temperaturas, como freír, asar o hacer parrilladas. La acrilamida es una sustancia química que se absorbe en el tracto gastrointestinal y se ha observado que en estudios con animales expuestos a ella, hay una mayor propensión a desarrollar tumores y mutaciones genéticas, así como efectos negativos en el sistema nervioso.
Aunque se necesita más evidencia científica en seres humanos, la Aesan advierte sobre el potencial daño genotóxico y carcinogénico de la glicidamida, producto de la metabolización de la acrilamida en el cuerpo.
La exposición a la acrilamida varía según la edad y la dieta. Por ejemplo, los niños y adolescentes pueden tener un riesgo del 51% de exposición a través de alimentos como las papas fritas, mientras que los adultos pueden verse afectados por productos como el café (34%) y las papas fritas (49%).
Además de la acrilamida, la carne quemada también puede representar riesgos para la salud. La cocción de proteínas animales a altas temperaturas, como a la parrilla o en el sartén, puede generar aminas heterocíclicas (AHC) y hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estas sustancias químicas se consideran mutagénicas, lo que significa que pueden provocar cambios en el ADN y aumentar el riesgo de cáncer.
Las AHC se forman cuando los azúcares reaccionan a altas temperaturas, mientras que los HAP se generan cuando los jugos de la carne entran en contacto con el fuego y producen llamas. Estas sustancias, presentes en la carne quemada, se asocian con un mayor riesgo de cáncer debido a su capacidad para alterar el material genético de las células.
Es importante destacar la importancia de una dieta balanceada, donde se priorice el consumo de frutas y verduras. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales y antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo contra los efectos nocivos de las sustancias químicas presentes en los alimentos quemados.