La Corona de Cristo es una planta que soporta el clima cálido, pero no en exceso. Es que con la ola de calor que estamos atravesando, en donde los rayos de sol impactan con mayor potencia, puede que la Euphorbia milii (como así también otras plantas) se quemen. Es entonces que traemos distintos consejos para cuidarla del verano y evitar que sus hojas se dañen producto del sol.
¿Cómo saber si mi Corona de Cristo se quemó?
De acuerdo a especialistas en jardinería, si la planta cambia de color, puede que haya sufrido de quemaduras por los rayos de sol. Si bien es cierto que estas plantas requieren de mucha luz solar para llenarse de flores, también es necesario que lo hagas poco a poco. Si tu ejemplar se ha quemado, comenzarás a nota que sus hojas cambian de color, es decir, dejarán de lucir verdes y comenzarán a verse blancas, amarillas o marrones.
Así deberás cuidar tu Corona de Cristo de los fuertes rayos de sol del verano
Para evitar que la planta se queme, puedes ponerla a tomar sol en las primeras horas del día, pero después de mediodía, deberá de recibir luz solar indirecta. Puedes ponerla detrás de una ventana o cerca de un domo en interiores y, si la dejas en exterior, ponla bajo la sombra de un árbol o un toldo.
Por otro lado, tendrás que evitar tocar las hojas de la Corona de Cristo con las manos porque podremos quitarle la pruina, que es una capa blanquecina que el ejemplar produce de manera natural y actúa como bloqueador solar.
Expertos en jardinería también recomiendan regar la Corona de Cristo durante las primeras horas del día y evitar mojar sus hojas, pues si alguna gota llega a quedar en una hoja, cuando la saques al sol, la gota hará el efecto lupa y provocará quemaduras graves. El riego debe ser una vez por semana, o cada 5 días si hace mucho calor.
Finalmente, durante el verano tendremos que garantizar que el sustrato de la Corona de Cristo esté húmedo y que tenga buen drenaje. De esta forma, pasará unos meses agradables y no sufrirá el calor extremo.