Las orquídeas son plantas hermosas que tienen más de 20 mil especies diferentes, todas caracterizadas por la belleza de sus flores. Y para aprovechar al máximo su poder ornamental, será necesario realizar distintas tareas de jardinería. La principal será el cambio de tierra, ya que muchos la hacen en momentos inadecuados, dañando y perjudicando las plantas; mientras que el riego también tendrá un rol estelar.
¿Cómo hacer para que las orquídeas tengan hermosas flores?
Expertos en jardinería aseguran que no hay que cambiar la tierra de la planta porque las orquídeas son epifitas, es decir, que crecen sobre la corteza de los árboles, usándolos como soporte, por lo que el sustrato pasará a segundo plano.
Además, en sintonía, aseguran que la raíz es un órgano que les sirve a las orquídeas para sujetarse, no para nutrirse, por lo que su alimento no está en el suelo. Por ende, para que las flores siempre salgan sanas y fuertes, tenemos que poner el ojo en la humedad, la cual debe ser abundante, pero sin encharcar las raíces.
En este marco, el riego de la orquídea debe ser por inmersión, con agua blanda o agua de lluvia. Aunque, lo mejor para ellas será la pulverización, la cual debe hacerse a diario durante el verano. De esta forma, las flores crecerán fuertes y sanas.
En caso de tener orquídeas en el interior de casa, tenemos que posicionarlas en un lugar con luz tamizada, donde no hay corriente de aire y que no sea zona de paso porque las flores se resienten cuando se les roza.
Por último, para estimular las orquídeas, especialistas en jardinería recomiendan provocar un contraste térmico, cambiando la planta a un lugar más fresco y húmedo, como un cuarto de baño con luz natural o un tendedero acristalado orientado al norte. Y una vez que el tallo comience a crecer, podremos llevarlas a su lugar de origen para gozar de las flores más hermosas.