La esponja de la cocina es necesaria para la limpieza de los instrumentos con los que comemos, sirve para quitar la mugre de los platos. Sin embargo, pocos saben que puede ser cuna de microbios y que hay que echarle sal al menos dos veces por semana.
Desgraciadamente, la esponja puede ser una importante fuente de microorganismos que afectan la salud de las personas. Siendo optimistas, también puede ser una importante pieza para la jardinería y la germinación de plantas de interior.
Aunque no lo creas, la esponja puede mantener las plantas de interior. Si se cultivan en este objeto de la cocina las posibilidades de que estallen de flores se multiplican de forma exponencial.
¿Cómo conseguir que la planta estalle de flores gracias a una esponja?
En primer lugar, tienes que tomar la esponja y realizar cuatro incisiones en la parte inferior, la más blanda. En esos espacios tienes que colocar una hoja de la planta que quieras reproducir en cada hueco.
El paso siguiente consiste en colocar la esponja en una jarra con agua donde deberás sumergir las hojas. La clave de este punto es que el ambiente donde colocas el agua sea similar al que habitará luego la planta.
Pasado un tiempo, puedes recoger la esponja y colocarla en una maceta, cubriéndola con tierra y dejando la parte superior de las hojas en el exterior. Si riegas la planta periódicamente vas a ver como con el tiempo crecen las hojas y luego estallan de flores.
Si te interestó esta información y te agrada el contenido centrado en las flores, jardinería y plantas, te dejamos un truco que indica por qué debes ponerle semillas a la esponja de la cocina una vez por semana.