La sal no solamente es un ingrediente súper útil para aderezar carnes o guisos, sino que también puede ser utilizada en el ámbito de la limpieza. Un claro ejemplo es este método que permite quitar la suciedad de las esponjas de la cocina.
La clave de la sal es que es accesible para cualquier persona y no es tóxica, mas sí muy económica. El cloruro de sodio puede ser tan positivo en la limpieza como un detergente tradicional porque no tiene una solución química agresiva ni nociva para la salud.
¿Cómo usar la sal para la limpieza?
El uso de la sal para la limpieza del hogar es muy interesante. Pocas personas saben que puede servir para quitar la suciedad del desagüe de fregaderos; quitar los anillos de agua de las tazas y vasos; o incluso para tener una vajilla reluciente.
Este recurso casero tiene varias naturalezas, dependiendo del lugar de dónde es extraído y tratado. No es lo mismo la "sal sin refinar" (también conocida como sal marina) que la "sal refinada" (de mesa) o la yodada. Aunque las tres sirven para la limpieza.
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Desagüe de fregaderos
Este tipo de limpieza es fácil de realizar. Solo tienes que vertir un poco de sal y agua hervida por la boquilla. De a poco vas a ver cómo se desodoriza y evitarás que el sarro de la grasa se acumule. También funciona con ollas y sartenes.
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Quita los anillos de agua de las tazas y vasos
Puedes utilizar este ingrediente para eliminar la suciedad y las molestas marcas o manchas transparentes. Tienes que colocar sal y aceite vegetal en un paño con microfibra y luego frotar las zonas afectadas.
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Dejar la vajilla reluciente
La vajilla puede tener mucha suciedad, mas eso no significa que la sal no pueda actuar como objeto de limpieza. Si tienes manchas de té o café por doquier, debes mezclarla con jabón de lavavajilla y exfoliar las superficies.
Si te interesa este tipo de información vinculada a la guerra contra la suciedad y la limpieza, te dejamos un artículo que plantea qué pasaría si remojas las escobas en agua con sal.