El pasto es uno de las principales características de los jardines. Empero, por más que los cuidemos, con la llegada del otoño se suele secar y tornar amarillo. Por suerte, hay varios consejos de jardinería que puedes aplicar para mejorar su estado.
Para recuperar el verdor, ponte a trabajar porque no es fácil para quienes se inician en el mundo de la jardinería. Si lo riegas a diario y no consigues que recupere su característico color verde, puedes estar usando mal los fertilizantes adecuados.
Lo primero que debes hacer es realizar un diagnóstico visual, según los expertos en jardinería. En el caso de que haya hierba mala, deberás eliminarla de forma manual y después empezar a aplicar los siguientes consejos.
Paso a paso, restaura el pasto dañado de tu jardín
Después de haber realizado el diagnóstico y eliminado la hierba mala del jardín, te recomendamos regarlo todos los días durante dos semanas. Lo ideal es hacerlo con un aspersor, pero si no tienes uno puedes hacerlo de forma manual con una manguera.
Lo ideal es que realices el proceso antes del amanecer y, desde la tercera semana, debes intercalar los días de riego. Luego, en la cuarta semana ya puedes regar el pasto dos o tres días por semana.
En el caso de que lo riegues y continúe luciendo seco y amarillo, puede ser que a tu jardín le falten nutrientes. Por eso debes aplicar fertilizante para pasto "al voleo", arrojándolo. Ten cuidado e intenta no excederte porque puede ser contraproducente.
Para que esto no te suceda, es preciso que leas las indicaciones que aparecen en el empaque. Además, tampoco es recomendable aplicar abono en las temporadas de verano. Por ende, con el inicio de el otoño es ideal para hacerlo.
Por último, si notas que el pasto está seco y no tiene raíz, debes rastrillar la zona para restaurarla por completo. Debes nutrir el suelo con un fertilizante que tenga ácidos húmicos y fúlvicos. Luego, debes aplicar uno especial para pasto y regar bastante.
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