La pérdida de la memoria corto plazo es cada vez más frecuente en las personas debido a la rutina que cada vez más nos demanda mayor agilidad. Hoy te contamos cuáles son los tres hábitos saludables que debes implementar en tu vida para evitar este mal.
La memoria a corto plazo si no es tratada a tiempo puede significar un problema que con el paso de los años se convierta en uno más grave. Hoy quizás los parezca gracioso olvidarnos por ejemplo nuestro número de identificación o confundir los nombres y nos parecen situaciones cotidianas. Pero que hay que estar atentos a esta pérdida de memoria a corto plazo.
Según los científicos, un estudio elaborado en Estados Unidos y realizado a casi 50,000 personas detalló que la memoria a corto plazo alcanza su punto álgido a los 25 años. Mientras que a partir de los 50 el cerebro comienza a ser virus eficiente respecto a esos recuerdos que queremos recuperar.
Por eso es que aconsejan ciertos hábitos a tener en cuenta para estimular nuestra función cognitiva y evitar llegar a la vejez con pérdida de la memoria a corto plazo.
Tres hábitos para mejorar la memoria a corto plazo
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Dormir bien
El primero de los hábitos que debemos tener en cuenta para mejorar nuestra memoria a corto plazo o prevenir el perderla es descansar regularmente las horas necesarias que nos pide nuestro cuerpo. En personas adultas lo aconsejable es dormir de 7 a 9 horas.
Esto debido a que la calidad del sueño está altamente relacionado con nuestra capacidad de memoria.
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Alimentación saludable
Como segundo hábito tener en cuenta los científicos nos aconsejan tener una alimentación balanceada. El hecho de comer frutas verduras granos y cereales en el marco de una dieta balanceada nos favorece la estimulación de nuestro cerebro y por consiguiente, de nuestra memoria.
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Realizar actividad física
Por último, el tercer hábito que nos aconsejan los expertos es realidad actividad física. La ejercitación aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo incluido el cerebro y esto puede ayudar a mantener una buena memoria. Lo recomendable en adultos sanos es realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica como caminar a paso ligero o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa, como por ejemplo; trotar.
Siguiendo estos tres hábitos saludables aconsejados por expertos lograremos reducir nuestras dificultades respecto a la memoria a largo plazo. Lograremos estimular nuestro cerebro y evitar la pérdida de este tipo de memoria en el presente y en el futuro.