La limpieza de la cocina es una de las más importantes del hogar porque allí cocinamos a diario. Es imprescindible que esa zona esté limpia y hay varios tips para conseguirlo. En caso contrario, se pueden atraer determinados virus, bacterias y enfermedades.
Si quieres tener dejar como nuevos los muebles de tu casa, deberás tener a mano una serie de elementos que te ayuden a ahorrar la mayor cantidad de tiempo. Sin embargo (y desgraciadamente), eso no suele implicar el ahorro del dinero.
Por eso, las personas suelen acudir a métodos caseros que son igual de efectivos, pero mucho menos populares. En ese contexto, de vez en cuando, renacen ciertos métodos de aseo que utilizaban las abuelas en el pasado. Uno de ellos es el de la leche.
Durante años, esta bebida fue indispensable para dejar la cocina como nueva. Esta es una alternativa muy versátil y económica que, gracias a sus propiedades, termina siendo más eficaz que los productos químicos súper caros que se venden en el mercado.
¿Cómo debo aplicar la leche en los muebles de cocina?
Este "truco de la abuela" es muy fácil de aplicar y dejará los muebles de tu cocina relucientes. Lo único que debes hacer es vertir leche en un trapo limpio. En lo posible, debe ser nuevo para aumentar la eficacia de este método antiguo.
Acto seguido, tendrás que frotar con suavidad en círculos sobre el mueble en el que percibas suciedad. Una vez que el líquido extraído de las vacas quede impregnado en la cocina, deberás tomar otro trapo limpio (si es nuevo, también es mejor), pero seco.
Debes tener cuidado porque ese trapo no debe soltar pelusas. Si lo hace, dejará algunos restos de telas e impurezas que nunca son recomendables. En caso contrario, vas a ver que conseguiste realizar la limpieza de forma súper efectiva y en tiempo récord.
No está de más resaltar que este "truco de la abuela" es muy útil para los muebles de la cocina, mas también para los del baño. Es ideal para todo tipo de pieza lacada, pero no con otro tipo de materiales. La leche va a dejar un acabado brillante y muy bonito.
Además, lo mejor de todo es que le devolverás el brillo a tus muebles sin gastar mucho dinero. Es algo muy similar a lo que sucede con este trucazo para quitar las manchas de óxido de los pisos.