El queso es un alimento apreciado por sus variados sabores y texturas, por lo que muchas personas lo hacen en casa. Algunos tienen sabores exquisitos y únicos, debido a los hongos y al moho que contiene, tal es el caso del queso azul o queso roquefort.
Esta característica puede llevar a la creencia de que los quesos no caducan y se pueden consumir sin riesgos para la salud. Sin embargo, esta afirmación necesita ser analizada.
¿Cuánto tiempo puede durar un queso?
La doctora María Manuela Hernández, profesora del Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), aclara qué hay diferencias entre los quesos en cuanto a su durabilidad.
Existen quesos que efectivamente caducan, mientras que otros simplemente envejecen o se transforman. Los quesos como el manchego, parmesano o roquefort pierden agua con el tiempo y desarrollan una acidez tan baja que impide la proliferación de microorganismos patógenos.
Por ello, no se habla de una fecha de caducidad, sino de una fecha de consumo preferente.
Los quesos frescos y de corta maduración tienen una mayor humedad y menos acidez, lo que los hace más susceptibles a la proliferación de patógenos. Por ello, sí tienen una fecha de caducidad que debe respetarse.
¿Qué pasa si como un queso en mal estado?
Consumir queso contaminado puede llevar a síntomas desagradables como malestar estomacal, náuseas, vómitos y diarrea. Aunque el calentamiento del queso al cocinar puede matar algunas bacterias, no todas las bacterias son eliminadas por el calor.
La presencia de moho en la superficie del queso es una señal de que no debe consumirse, ya que las micotoxinas pueden ser peligrosas.
Es crucial manipular y almacenar los quesos adecuadamente y estar atentos a las fechas de consumo recomendadas. Si amas el queso y tu idea es bajar de peso, ten en cuenta estos tres tipos de queso que debes comer.