Tener plantas en nuestro jardín siempre es una excelente opción para adornarlo y darle un toque natural a nuestro hogar. Sin embargo, muchas veces nuestras plantas y flores se ven afectadas por la presencia de plagas.
Por ello, te contamos sobre la flor de sangre, una especie que además de ser hermosa por sus colores vibrantes, funciona como un repelente natural de plagas.
Flor de sangre: una especie colorida con múltiples beneficios
La flor de sangre tiene como nombre científico Asclepias Curassavica y es mejor conocida como algodoncillo o hierba de la mariposa. Esta especie perenne es originaria de América Central y del Sur y puede crecer hasta los 120 centímetros de altura, de acuerdo con información de Guía verde.
Esta flor tiene hojas lanceoladas de color verdoso y posee cinco pétalos de color anaranjado con una corona central amarilla. Además de ser increíblemente llamativas y bonitas, representan una fuente vital de néctar para especies como las mariposas y las abejas.
¿Cómo cuidar una planta de Asclepia?
Según Guía verde, la flor de sangre requiere de los siguientes cuidados básicos para desarrollarse bien:
- Debe estar expuesta a pleno sol por lo menos 6 horas diarias.
- Se desarrolla bien en los suelos bien drenados y fértiles.
- Precisa riego moderado.
- Temperatura máxima al frío: + 5°C.
- Es opcional aplicar un fertilizante balanceado para una floración más abundante.
La flor de sangre: un repelente natural contra las plagas
Con esta planta, aparte de transformar tu jardín en un espacio saludable y lleno de color, lo convertirás en un refugio libre de plagas.
La flor de sangre es conocida por su capacidad para actuar como un repelente natural, debido a que contiene glucósidos cardiacos, sustancias químicas que resultan tóxicas para muchos insectos, las cuales actúan como un mecanismo de defensa y hacen que las plagas no se alimenten de la planta.
Por otra parte, al atraer abejas y mariposas, la Asclepias Curassavica también atrae a otros insectos que son depredadores naturales de plagas.
Pero eso no es todo, ya que esta especie también es hospedera crucial para las orugas de la mariposa monarca. En ese sentido, las orugas se alimentan de las hojas de la flor de sangre, lo que ayuda a mantener controladas otras plagas.
Así que ya lo sabes, la flor de sangre es una planta ornamental que además de embellecer tu jardín con sus colores únicos, también juega un papel vital en la biodiversidad y salud del ecosistema.