Para evitar la pérdida de memoria a corto plazo, no solo debemos ejercitar el cerebro, sino también considerar algunos malos hábitos que pueden dañar nuestras facultades cognitivas. A continuación te hablaremos de tres que sí o sí debes erradicar de tu vida si quieres mantener tu cabeza activa y en perfectas condiciones.
¿Qué hábitos generan pérdida de memoria a corto plazo?
Consumo de alcohol
El consumo de alcohol es una de las principales causas de la pérdida de memoria a corto plazo. El alcohol interfiere con la capacidad del cerebro para formar nuevos recuerdos al alterar la función de los neurotransmisores y dañar el hipocampo, una región clave para la memoria.
Incluso un consumo moderado puede tener efectos a largo plazo, deteriorando gradualmente la capacidad cognitiva. Para minimizar estos efectos, es crucial moderar la ingesta de alcohol y optar por beber con responsabilidad, manteniendo un consumo bajo y esporádico.
Falta de sueño
La falta de sueño es otro factor crítico que contribuye a la pérdida de memoria a corto plazo. Durante el sueño, el cerebro procesa y consolida la información adquirida durante el día. Sin un sueño adecuado, esta consolidación se ve interrumpida, lo que dificulta la capacidad para recordar información nueva.
La privación del sueño también afecta la función ejecutiva y la capacidad de atención, lo que agrava aún más los problemas de memoria. Para mejorar la memoria, es esencial establecer una rutina de sueño regular, asegurando al menos 7-8 horas de descanso de calidad cada noche.
Alimentación deficiente
La desnutrición puede tener efectos devastadores en la función cerebral, incluyendo la memoria a corto plazo. Una dieta deficiente en nutrientes esenciales como vitaminas B1, B12, D, y ácidos grasos omega-3 puede perjudicar el rendimiento cognitivo.
Estos nutrientes son vitales para la salud neuronal y el funcionamiento adecuado del cerebro. La falta de una dieta equilibrada no solo afecta la memoria sino también el estado de ánimo y la energía. Incorporar alimentos ricos en estos nutrientes, como pescados grasos, nueces, semillas, frutas y verduras, puede mejorar significativamente la función cerebral.