Nuestra alimentación no solo puede definir el rumbo de nuestra salud en general, sino que además también influye en la salud de nuestra boca. Una forma muy efectiva para saber si nuestra salud bucal es perfecta, es revisando tu saliva.
La saliva es una mezcla de agua, enzimas, proteínas y minerales que desempeña una variedad de funciones esenciales para mantener una boca sana y funcional.
¿Cómo saber si tu saliva no está saludable?
Darse cuenta si nuestra saliva y nuestra boca son saludable es muy sencillo, pero uno de los métodos más rápidos es notar si la boca está seca o no. Bebe suficiente agua durante el día para estimular la producción de saliva. Recuerda que el consumo de tabaco y alcohol también contribuyen a la sequedad de la boca.
La boca seca es una condición es conocida como xerostomía. Además la misma puede causar dificultad para hablar y tragar, irritación de los tejidos bucales, sensación de ardor en la boca, problemas para tragar o masticar, mal aliento y aumento del riesgo de caries dental y enfermedades de las encías.
Otro método o forma de saber si tu boca está sana es a través del olor, del aliento. Si cuando abres la boca y hablas sientes mal olor, esto quiere decir que tu saliva no es sana. Te aconsejamos lavarte los dientes y la lengua, usar enjuague bucal y masticar chicles sin azúcar o caramelos de xilitol.
Recuerda que el acto de masticar puede ayudar a aumentar la producción de saliva. Además, el xilitol fomenta la salivación y actúa como agente anticaries.
Otra señal que demuestra que tu saliva y tu boca no están sanas es mantener una alimentación poco saludable. Consume alimentos ricos en fibra y evita los alimentos y bebidas altamente ácidos o azucarados.
En caso de notar que tu saliva y tu boca no están sanas, te aconsejamos realizar una consulta con un especialista para mejorar esta situación. No te dejes estar porque en muchos casos una boca NO sana puede causar problemas y enfermedades como llagas, caries, etc.
¿Qué función tiene la saliva?
Los expertos en salud bucal aseguran que la saliva actúa como un agente de limpieza natural en la boca, ayudando a eliminar los restos de alimentos y bacterias que pueden causar caries y enfermedades de las encías.
Además, tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que ayudan a combatir las infecciones y a mantener el equilibrio de la microbiota oral. La saliva también ayuda en la digestión al descomponer los alimentos con sus enzimas y facilitar la deglución.