Existe un poderoso abono casero para que tus plantas se llenen de flores este verano, pero además, debes limpiarla correctamente. Sobre todo a la Cuna de Moisés, ya que la forma de sus hojas la vuelve perfecta para guardar tierra e insectos.
¿Cómo limpiar correctamente las hojas de la Cuna de Moisés?
Al limpiar la Cuna de Moisés, lograrás quitar cualquier tipo de plaga, tierra o insecto que esté sobre ella. Lo que debes hacer es mezclar un poquito de aceite de oliva o de aguacate en agua. Luego sumerge un paño, preferiblemente de microfibra y pásalo por cada una de las hojas.
Si tu planta está florecida, con mucho cuidado pasa el paño por ellas. Recuerda que no deben quedar residuos del aceite, si no un sutil brillo.
¿Cómo cuidar la Cuna de Moisés?
La cuna de Moisés es originaria de lugares cálidos, por lo que debes tratar de que su lugar mantenga una temperatura adecuada. Lo más recomendado es mantenerla cerca de la ventana, pero no en el sol directo, por eso no la dejes en la terraza o del jardín, pero no en el frío de la oscuridad. La temperatura adecuada es de 15 a 25 ºC.
La tierra de estas plantas debe estar húmeda pero no mojada. Todo exceso puede dañarla, por lo que el sistema de riego cambia cada temporada. Durante la primavera debes propiciarle abundante agua, pero sin encharcar la maceta. En invierno, debes mantenerla húmeda sólo cuando la tierra esté totalmente seca.
Si tu Cuna de Moisés ya tiene flores o brotes, es importante que, sin importar la temporada, la tierra esté húmeda y a 20 ºC. De igual forma, las hojas deben mantenerse limpias, ya que si no, no se lleva a cabo el proceso de fotosíntesis de manera correcta.
Cada año, conforme vaya creciendo, es adecuado trasplantarla a un lugar que se acomode más a su tamaño. Lo que si debes tener en cuenta es que debe ser una maceta con hoyos para poder drenar el agua y si es posible, que esté sobre un platón amplio y poco hondo.
Si amas la jardinería, seguro te interesará saber cómo reproducir tu Cuna de Moisés.