Los superalimentos y las dietas especializadas parecen dominar la conversación sobre la salud, como el alimento ancestral que disminuye el estreñimiento y ayuda a retrasar el envejecimiento.
Esto hace que menudo olvidemos que algunos de los ingredientes más poderosos para nuestro bienestar han estado en nuestras cocinas durante siglos.
Un ejemplo de esto es un alimento barato que, aunque controvertido para algunos, posee propiedades nutricionales sorprendentes que pueden hacer una gran diferencia en nuestra salud.
¿Cuál es el alimento que combate la anemia y estimula las defensas?
La moronga, también conocida en algunas regiones como morcilla o rellena, es un embutido hecho a base de sangre de cerdo, mezclada con grasa, condimentos y especias, que luego se embute en tripas.
Este producto, cuyo origen se remonta a las tradiciones españolas traídas a América Latina durante la Conquista, ha encontrado su lugar en la gastronomía de países como México, Venezuela, Guatemala y Argentina, entre otros.
Aunque su preparación puede variar según la región y los ingredientes locales, la moronga siempre ha sido un alimento que aprovecha al máximo los nutrientes del animal del que se obtiene.
Según el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, su alto contenido en hierro la convierte en un aliado poderoso contra la anemia, una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en zonas con acceso limitado a fuentes de hierro de alta calidad.
¿Cómo ayuda la moronga a prevenir la anemia?
La anemia, especialmente la anemia ferropénica, se produce cuando el cuerpo no tiene suficiente hierro para producir hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por todo el cuerpo.
Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, la moronga es rica en hierro hemínico, que es el tipo de hierro más fácilmente absorbible por el cuerpo humano.
Esto significa que consumir moronga puede ayudar a aumentar los niveles de hierro en la sangre, lo que a su vez mejora la producción de glóbulos rojos y combate la anemia de manera eficaz.
Además del hierro, la moronga contiene otros minerales esenciales como zinc, potasio, calcio y magnesio, que son cruciales para el funcionamiento óptimo del organismo.
Estos minerales no solo apoyan la salud sanguínea, sino que también contribuyen a la fortaleza del sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades y a mantener el cuerpo en equilibrio.
¿Qué otros beneficios ofrece este alimento tradicional?
La moronga no solo es una fuente impresionante de hierro; también está cargada de vitaminas del complejo B, que son vitales para la salud del sistema nervioso y para la producción de energía en el cuerpo.
Estas vitaminas, junto con los aminoácidos esenciales presentes en la moronga, apoyan la función cerebral, mejoran el estado de ánimo y promueven una buena salud general.
Otro beneficio notable de la moronga es su contenido en inmunoglobulinas, proteínas que juegan un papel crucial en la defensa del organismo contra infecciones.
Al estimular el sistema inmunológico, estas proteínas ayudan a proteger al cuerpo contra una variedad de patógenos, haciendo de la moronga no solo un alimento nutritivo, sino también un refuerzo natural para las defensas del cuerpo.
¿Cómo incorporar la moronga en la dieta diaria?
Incorporar moronga en la dieta puede ser más fácil de lo que parece. En México, por ejemplo, es común consumirla en tacos, acompañada de salsa y otros ingredientes frescos.
En otros países, la moronga se fríe ligeramente y se sirve como parte de platos más elaborados. Sea cual sea la preparación, lo importante es disfrutar de este alimento con moderación, dada su densidad calórica.
Para aquellos que están abiertos a experimentar, la moronga puede ser una adición interesante y nutritiva a la dieta. Su sabor, aunque fuerte para algunos, es profundamente satisfactorio, como ocurre con el mejor jamón de pavo, según la Profeco.