Este verano una planta especial ha capturado la atención de las redes sociales y de los amantes de la jardinería, al igual que la planta de la felicidad que todos deben tener en su hogar.
Originaria de África Oriental, esta suculenta es famosa no solo por su estética y durabilidad, sino también por la creencia de que puede atraer prosperidad y buena fortuna a quienes la poseen.
¿Cuál es la planta del dinero?
La planta del dinero, también conocida como Zamioculcas zamiifolia o planta ZZ, se destaca por sus hojas brillantes y coriáceas de color verde oscuro, que pueden alcanzar hasta 60 cm de longitud.
Su crecimiento vertical y frondoso la hace ideal para decorar cualquier espacio, llenándolo de vida y elegancia. Su capacidad para sobrevivir en condiciones de poca luz y soportar periodos prolongados de sequía la convierte en una opción perfecta para principiantes.
¿Por qué es tan popular la planta del dinero?
Este verano, la Zamioculca se ha convertido en una tendencia gracias a su resistencia y su capacidad de adaptación a diferentes ambientes. Es una planta que no requiere de cuidados intensivos, lo que la hace ideal para aquellos con un estilo de vida ocupado.
Además, su habilidad para purificar el aire de toxinas como el xileno y el benceno hace que la planta del dinero sea una adición saludable a cualquier hogar.
¿Qué beneficios tiene la planta del dinero?
Más allá de su belleza y facilidad de cuidado, la Zamioculca ha ganado popularidad por las creencias místicas asociadas a ella. Se dice que su color verde oscuro, similar al de los billetes, puede atraer prosperidad y buena economía.
Además, algunos creen que su floración, que ocurre desde mediados del verano hasta el comienzo del invierno, está vinculada a la felicidad y al bienestar emocional.
¿Cómo se cuida la planta del dinero?
Para mantener tu Zamioculca en óptimas condiciones, es importante proporcionarle luz indirecta y evitar la exposición directa al sol, que puede dañar sus hojas.
La temperatura ideal para su crecimiento oscila entre los 15 y 25 ºC. Durante el verano, es posible mantenerla al aire libre, pero se debe volver a colocar en el interior si las temperaturas bajan de los 10 ºC.
En cuanto al riego, la Zamioculca no necesita mucha agua. De hecho, un riego excesivo es una de las pocas maneras en que esta planta puede morir. Durante su temporada de crecimiento, se recomienda regarla cada dos semanas y añadir abono líquido.
La Zamioculca es una planta agradecida que crece rápidamente, por lo que necesita espacio suficiente en su maceta. Para eso puedes seguir este truco de jardinería para elegir la maceta perfecta y trasplantar tu planta con éxito.