En la búsqueda constante de métodos naturales para mejorar la salud y la apariencia de nuestras plantas, el uso de ingredientes caseros ha ganado popularidad. Existen distintos trucos para que tus plantas rebosen de flores, como el de agregar una aspirina en el riego.
Entre estos trucos, el vinagre y los restos de huevo se destacan por sus propiedades nutritivas y beneficiosas. Este sencillo tip de jardinería no solo es económico, sino también efectivo para lograr que tus plantas florezcan como nunca antes.
El vinagre es conocido por su capacidad para acidificar el suelo, lo que puede ser beneficioso para plantas que prefieren un pH más bajo. Además, las cáscaras de huevo aportan calcio, un nutriente esencial para el crecimiento saludable de las plantas. Combinados, estos ingredientes forman un abono casero poderoso que nutre y fortalece las raíces, promoviendo una floración abundante.
¿Cómo preparar un abono casero para plantas?
Para preparar este abono necesitas 6 cáscaras de huevo, 50 ml de vinagre y un litro de agua. En un recipiente con agua, añade las cáscaras de huevo y el vinagre, y deja reposar por 24 horas. Este proceso permite que los nutrientes de las cáscaras de huevo se disuelvan en el vinagre, creando una mezcla rica en calcio y otros minerales beneficiosos para las plantas.
Después de dejar reposar la mezcla durante 24 horas, dilúyela con 2 litros de agua. Esta dilución es importante para asegurar que la solución no sea demasiado concentrada y no dañe las plantas. Aplica el abono casero directamente sobre el suelo alrededor de tus plantas, evitando el contacto directo con las hojas y flores para prevenir posibles quemaduras.
Con la aplicación regular de este abono casero, notarás que tus plantas empiezan a mostrar una mayor vitalidad y una floración más abundante. Además, te brindamos este abono completamente natural a base de lentejas trituradas que es respetuoso con el medio ambiente y para que puedas decir adiós a los fertilizantes químicos.