Además de las manchas de hongos y salitre de las paredes de tu hogar, también debes saber cómo quitar los rayones de superficies pintadas, de yeso o de papel tapiz. Por ello, a continuación, te enseñaremos trucazos más que efectivos para que este problema deje de ser un dolor de cabeza.
¿Cómo limpiar las paredes pintadas sin dañarlas?
Para paredes pintadas, siempre es recomendable comenzar con la opción más suave. Una mezcla de agua tibia y jabón suave es perfecta para las manchas recientes. Si la mancha es más resistente, un borrador de melamina puede ser tu mejor aliado, asegurándote de frotar con movimientos suaves y circulares para evitar dañar la pintura.
El vinagre blanco también es un excelente limpiador natural, capaz de eliminar manchas difíciles. Simplemente mezcla partes iguales de vinagre y agua, rocía sobre la mancha, deja actuar y frota suavemente. Si la mancha persiste, el bicarbonato de sodio combinado con agua formará una pasta que, aplicada con cuidado, logrará un acabado perfecto.
¿Cómo limpiar y tratar el papel tapiz sin dañarlo?
El papel tapiz requiere un enfoque más delicado, dado que puede ser fácilmente dañado por la humedad. Para limpiar manchas, opta por una mezcla de agua y jabón suave o vinagre diluido. Asegúrate de no empapar el papel y seca rápidamente cualquier exceso de humedad con un paño limpio.
¿Cómo limpiar las paredes de yeso sin afectar su textura?
Las paredes de yeso pueden absorber más humedad, por lo que es esencial evitar métodos de limpieza que utilicen demasiada agua. En su lugar, recurre a métodos secos como el uso de un borrador de melamina. Si es necesario utilizar agua, hazlo de manera muy controlada y con un paño ligeramente húmedo para evitar que el yeso se dañe o se deforme.
Mantener las paredes de tu hogar impecables es posible si aplicas estos trucos efectivos y adaptados a cada tipo de superficie. Con ellos, podrás disfrutar de un ambiente limpio y cuidado sin comprometer la integridad de tus paredes. Además te dejamos estos consejos para tratar una de las manchas más comunes, las de rayones de crayola.