La secadora de pelo, como lo es la Dyson, es una de esas herramientas que muchas de nosotras usamos a diario, especialmente cuando estamos contra el tiempo o queremos un look impecable.
Sin embargo, aunque nos ahorra tiempo y esfuerzo, su uso constante puede tener efectos negativos en nuestro cabello si no la utilizamos correctamente. Así que, si eres de las que no puede vivir sin ella, te conviene saber cómo la puedes aprovechar sin que perjudiques tu 'melena'.
Riesgos de usar la secadora de cabello
Aunque la secadora es súper práctica, abusar de su uso puede tener consecuencias no tan agradables. Y es que el calor constante puede debilitar tu cabello, haciéndolo más quebradizo y propenso a las puntas abiertas. También, si la usas demasiado cerca del cuero cabelludo, podrías irritarlo e incluso causar sequedad o descamación.
Además, el calor no solo afecta la superficie del cabello, sino que puede alterar la estructura interna de la fibra capilar, lo que resulta en un cabello menos saludable con el tiempo.
¿Cuál es la forma correcta de usar la secadora de cabello?
Usar la secadora de manera segura y con precaución puede marcar una gran diferencia en la salud de tu cabello. Es recomendable no usarla a temperaturas demasiado altas, ya que el calor excesivo puede resecar y dañar la fibra capilar.
Para proteger tu melena, asegúrate de mantener la secadora a una distancia de unos 15 a 20 centímetros de tu cabello y, siempre que sea posible, utiliza el modo de aire frío o templado. Además, si puedes, divide tu cabello en secciones y no lo expongas al calor por mucho tiempo en un solo lugar.
Consejos para cuidar de tu cabello y tu secadora
Para mantener tu cabello saludable y evitar los daños por calor, te recomiendamos usar productos protectores de calor antes de secar tu cabello, como serums o cremas especiales.
Además, no te olvides de limpiar regularmente la secadora, ya que la acumulación de polvo y suciedad en los filtros puede hacer que funcione de manera ineficiente y pueda dañarse.
Por último, dale a tu melena un respiro de vez en cuando: alterna entre el uso de la secadora y el secado al aire, así tu cabello no estará tan expuesto al calor todos los días.