Si hablamos de unos de los programas más cómicos, vistos en México y Latinoamérica, no podemos dejar de nombrar “El Chavo del 8”. Esta serie televisiva tenía grandes personajes entre los que se encontraba Quico, en la piel de Carlos Villagrán. Una particularidad que hizo resaltar al actor, fue la manera en la que inflaba sus cachetes para hablar.
En la serie, Carlos Villagrán, supo interpretar de manera perfecta a este niño tan particular. Con su traje de marinero y su pelota, Quico hacía de las suyas en la vecindad más famosa del mundo. El único misterio de los televidentes hacia el personaje, giraba en torno a saber cuál era el truco que el actor utilizaba en sus cachetes para tenerlos siempre inflados en el programa “El Chavo del 8”. Pasaron varios años y el secreto por fin fue revelado.
¿Cómo hacía Quico para rellenar sus cachetes?
Para sorpresa de muchos, y cansado de que siempre le preguntaran lo mismo, Carlos Villagrán develó la incógnita. El actor lo que hacía era simplemente retener el aire en sus cachetes y apretarlos para hablar. Parce simple pero no lo es, solo basta con probarlo.
De esta manera, Quico no solo se ganó el corazón de miles de fans, sino que algunas de sus frases más emblemáticas serán recordadas por siempre. Entre las comunes se encuentran: "¡No me simpatizas!"; "¿Qué me habrá querido decir?"; "¡Chusma, chusma, pfff!"; "Te voy a acusar con mi mamá"; y la inolvidable "¡Ay! ¡Ya cállate, cállate, cállate que me desespeeeeras!".
Sin lugar a dudas, "El Chavo del 8", es el programa más recordado por todos. La mayoría, por no decir todos, de los personajes dejaron huellas en los televidentes. No es un caso aparte el de Quico, quien en la serie tenía nueve años de edad, y su verdadero nombre era Federico. Este particular personaje vivía con su madre, Doña Florinda; era presumido y envidioso, lo que siempre desencadenaba conflictos con los demás niños de la vecindad.