Desde que saltó a la fama, Mía Rubín, hija de Andrea Legarreta y Erik Rubín, ha acaparado constantemente los reflectores y en diversas ocasiones, ha sido cuestionada sobre su carrera artística.
Los cuestionamientos surgen porque en diversas ocasiones se ha señalado que la joven estrella tiene un "camino fácil" por ser la hija de dos personalidades destacadas de la farándula mexicana.
Mía Rubín y su papá, Erik Rubín trabajan juntos
Con el afán de centrar su carrera musical en su talento y lanzamientos, decidió quitarse los apellidos de sus papás, eso sí, nada más para su nombre artístico.
Esta decisión en ningún momento afectó sus lazos familiares, pues la joven cantante confesó ante las cámaras que su papá, el exTimbiriche fue quien le sugirió hacer ese cambio.
"Mucha gente se lo tomó como que yo estaba haciendo a un lado los apellidos simplemente por despreciarlos, pero no es así, yo siempre seré Rubín Legarreta. Fue una decisión para que se vea más bonito el nombre artístico y lo sugirió mi mamá", contó.
Pero no solo eso, sino que además, el también actor de teatro, trabaja para ella como su manager y como lo hemos escuchado, también ha colaborado musicalmente, como en su último lanzamiento musical 'Amor Maldito'.
¿Cómo es la relación de Mía y Erik con lo laboral?
La joven artista contó que su papá es su manager y productor, pues desde el inicio, tanto Andrea como Erik han apoyado su proyecto musical.
"Mi papá es un estuche de monerías, todas las cosas que se propone logra y el dinero es lo que menos nos importa, pero somos muy honestos el uno con el otro".
Destacó que su papá la cuida mucho y ambos se tienen mucha confianza, además de que comparten el mismo objetivo: hacer crecer su carrera musical. Eso sí, Mía Rubín dejó en claro que sí le paga a su papá, Erik Rubín por todo el trabajo que juntos han hecho.