Maisie Williams, conocida mundialmente por su papel como Arya Stark en "Game of Thrones", ha abierto su corazón y compartido detalles desgarradores sobre su infancia en una reciente entrevista.
La joven actriz británica, de 26 años, fue la última invitada del podcast "The Diary of a CEO" del empresario Steven Barlett, donde habló de su complicada niñez y cómo afectó su participación en la famosa serie de HBO.
¿Cómo fue la infancia de Maisie Williams, estrella de GoT?
Durante la entrevista, Maisie reveló que su infancia estuvo marcada por una relación traumática con su padre. "De pequeña tenía una relación traumática con mi padre. No quiero entrar en detalles porque afecta a mis hermanos y a mi familia entera", compartió.
Desde muy temprana edad, Maisie enfrentó situaciones que la mayoría de los niños no deberían experimentar. "Desde que tengo memoria he tenido problemas para dormir, y creo que no era consciente de que muchas de las cosas traumáticas que me pasaban estaban mal", añadió.
La actriz explicó que su madre escapó del hogar familiar cuando ella era muy pequeña, dejándola al cuidado de su padre junto a sus hermanos. Al no conocer otra realidad, Maisie llegó a normalizar situaciones abusivas y de maltrato por parte de su progenitor. Fue una realidad difícil y distorsionada que marcó su vida desde sus primeros años.
El punto de inflexión de Maisie: la profesora que hizo las preguntas correctas
No fue hasta que Maisie tenía ocho años cuando una de sus profesoras se dio cuenta de que algo no estaba bien en su vida. Este punto de inflexión lo cambió todo para la joven.
"Me preguntaba cosas del tipo: '¿Tienes hambre? ¿Has desayunado?'. Yo le respondía que no. Y ella: '¿Por qué?'. Y yo le decía: 'No tenemos nada para desayunar'. Y ella me preguntaba: '¿Normalmente desayunas?'. Estaba haciendo las preguntas correctas", desvela Maisie en la entrevista.
La intervención de esta profesora fue crucial para que Maisie comenzara a recibir la ayuda que necesitaba. A partir de ese momento, su vida tomó un rumbo diferente, alejándose de la normalización del abuso y comenzando un proceso de recuperación y crecimiento personal.
A pesar de su traumática infancia, Maisie encontró un refugio y una pasión en la actuación. Su papel como Arya Stark no solo la catapultó a la fama, sino que también le ofreció una salida creativa para lidiar con sus experiencias personales. Sin embargo, la fama y el éxito no han borrado los recuerdos dolorosos ni los problemas derivados de su niñez.