En Hollywood muchas carreras comienzan a prematura edad y sin embargo se apagan rápidamente como en le caso de Mara Wilson de "Matilda". En la misma línea es la historia de Barret Oliver, quien protagonizó "La historia sin fin", quién fue una de las caras más reconocibles del cine de los 80.
Su papel como Bastian Balthazar Bux en esta icónica película lo catapultó a la fama a una edad temprana. Sin embargo, a pesar del éxito y la atención mediática, la estrella decidió tomar un rumbo inesperado en su vida.
¿Por qué Barret Oliver se alejó del cine?
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Barret Oliver eligió alejarse de Hollywood y la industria del cine. Su retiro del mundo actoral fue una sorpresa para muchos, ya que tenía un futuro prometedor como estrella infantil. Sin embargo, el joven actor decidió seguir su verdadera pasión, que estaba lejos del glamour de las cámaras.
Participó en la película Cocoon, una cinta de ciencia ficción que se convirtió en un gran éxito de taquilla, y también tuvo un papel en la serie de televisión El auto fantástico, una de las series más emblemáticas de esa época. Estas participaciones consolidaron su presencia en la pantalla antes de que decidiera retirarse de la actuación en 1989, buscando un rumbo diferente en su vida.
¿Qué hizo Barret Oliver cuando dejó el cine?
Tras dejar la actuación, Barret encontró su vocación en la fotografía. Su interés por este arte comenzó como un hobby, pero con el tiempo se convirtió en su principal ocupación. Hoy en día, es un respetado fotógrafo que se especializa en técnicas antiguas de impresión, como el colodión húmedo y la fotografía en tintype. Su trabajo ha sido exhibido en varias galerías y es reconocido por su enfoque único y detallado.
Barret Oliver hoy en día, da clases de fotografía en una universidad de California, donde comparte su conocimiento sobre técnicas antiguas de impresión. Aunque se desconoce si está casado o tiene hijos, su apariencia es radicalmente diferente a la de aquel niño angelical: luce gafas redondas, rastas y una barba de unos 30 centímetros que lo hacen casi irreconocible.
Además de su trabajo académico, ha expuesto en galerías y ha participado en talleres junto a otros artistas. Su historia es un recordatorio de que nunca es tarde para hacer un cambio radical en la vida.