Marlon Brando, quien hubiera cumplido 100 años en 2024, revolucionó la actuación en Hollywood con su estilo único e influyente. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por tragedias que impactaron profundamente su existencia, llevándolo a un final sorprendentemente austero.
¿Cuál fue la desgracia familiar que marcaría a Marlon Brando?
Para 1990, Marlon Brando ya había dejado una huella indeleble en el cine con 34 producciones en Hollywood, dos premios Oscar, dos Globos de Oro, tres BAFTA y múltiples reconocimientos en los festivales de Cannes y Tokio.
A pesar de su éxito, su vida personal se vio trágicamente alterada por un episodio familiar que lo marcó para siempre. El 16 de mayo de ese año, su yerno Drag Dollet, pareja de su hija Cheyenne, fue asesinado. El responsable del crimen fue Christian, el hijo mayor de Brando, quien afirmó haber actuado en defensa de su hermana durante una golpiza.
El juicio que siguió a este incidente atormentó a la familia Brando, llegando a especularse que el actor pudo haber sido cómplice del crimen. Finalmente, Christian confesó y fue sentenciado a 10 años de prisión, un evento que sumió al actor en una profunda tristeza.
A medida que Christian cumplía su condena, Cheyenne, devastada por el suceso, intentó suicidarse varias veces. Lamentablemente, en 1995, cuando su hermano estaba a punto de ser liberado, Cheyenne se quitó la vida en su casa de Tahití a la edad de 25 años.
¿Cómo impactaron estas tragedias en la vida de Brando?
La serie de tragedias familiares dejó a Marlon Brando con una herida emocional que nunca logró sanar. A duras penas continuó su carrera actoral, participando en solo seis producciones entre 1995 y su retiro en 2001.
Su último proyecto notable fue prestar su voz para el videojuego "El Padrino" en 2006. A pesar de haber acumulado una fortuna a lo largo de su carrera, Brando pasó sus últimos años viviendo en condiciones precarias, dependiendo del seguro social y luchando contra las deudas.
Brando, que una vez fue considerado una de las mayores estrellas de Hollywood, terminó viviendo al borde de la indigencia. Su estado físico se deterioró rápidamente, y se distanció de su familia, amigos y colegas. Pasó sus últimos días en Los Ángeles en circunstancias que contrastaban dramáticamente con su estatus de icono.
Según el libro de Patricia Ruiz, "Brando en el crepúsculo", el actor incluso llegó a acumular deudas que superaban los 20 millones de dólares. Además se expuso que vivía solo en una casa de una habitación llamada Frangipani, en Mulholland Drive. Era un lugar claustrofóbico, con un par de cortinas y unos pocos muebles lamentables.
Al final de su vida, Marlon Brando poseía solo una cosa: una isla paradisíaca en Tahití, un lugar que probablemente representaba su último refugio en un mundo lleno de caos personal. El destino de esta isla quedó en manos de sus herederos, quienes enfrentaron un complicado proceso de sucesión debido a las deudas acumuladas por el actor.
Así, el hombre que había cambiado el rostro de Hollywood y que había sido venerado por millones, terminó sus días en una soledad e indigencia que refleja la trágica ironía de su vida: una existencia marcada por el éxito pero también por el dolor.