Han pasado unas horas desde que los primeros episodios del documental 'Harry & Meghan' le dieron la vuelta al mundo, serie que muestra un poco de la intimidad de la pareja desde que se conocieron hasta el día de su boda. Muchos han sido quienes critican la manera en la que actualmente el príncipe Harry y Meghan Markle se ganan la vida, ya que al dejar de lado sus compromisos y obligaciones reales, vieron una manera de obtener dinero a través de su propia historia.
Desde el lanzamiento de su podcast 'Archetypes' y la entrevista con Oprah Winfrey, el príncipe Harry y Meghan Markle han dado pocas declaraciones sobre su vida como parte de la familia real y los cientos de problemas que tuvieron que esquivar, razón por la cual Harry tomó la decisión de priorizar por su familia para evitar un terrible final como el que tuvo su madre. Fue por eso que quisieron contar su propia versión de los hechos mediante la nueva serie de Netflix.
El ataque a los Duques de Sussex
El pasado Martes, el príncipe Harry y Meghan Markle se encontraron en la Gran Manzana para recibir el premio 'Ripple of Hope 2022' por parte de la organización de derechos humanos Robert F. Kennedy. Antes de su llegada, cientos de fotógrafos esperaban por ellos en búsqueda de una declaración. Rodeado de guardaespaldas, se dirigió con su esposa hacia la alfombra roja donde se reunieron con Kerry Kennedy, hija del ex presidente para tomarse algunas fotografías. "¿Qué se siente destruír a la familia real?", les consultaban.
Una vez enfrente de los medios de prensa, algunos periodistas se comportaron de manera grosera con el príncipe Harry al cuestionarle una y otra vez si él anteponía el dinero a la familia, sin obtener ningún tipo de respuesta ni reacción por parte del duque. Meghan tampoco respondió ninguna pregunta que los medios fuera del evento realizaron, por lo que solo se limitaron a ignorar y sonreír como si no escucharan.
Una vez adentro, Kerry Keneddy inició una breve entrevista con preguntas controladas y dirigidas solo hacia su labor altruista y reconoció su valentía al presentar una denuncia pública ante un caso de racismo por parte de la monarquía, abriendo con esto la posibilidad de frenar este tipo de comportamientos sin importar el cargo o nivel de poder que una persona tenga. Una vez que su participación concluyó, salieron a enfrentar de nueva cuenta a los periodistas haciendo caso omiso de sus comentarios.